¿Se acuerdan de todos los años que llevamos con ese chiste continuo en Will & Grace sobre la posible bisexualidad de Karen Walker? Por si hay algunas muy jóvenes que vinieron después de Will & Grace y, por tanto, no sintieron la necesidad de sacrificar media hora semanal en la era dorada de la TV para ver el revival, les resumo: Se trata de una divertida comedia que debutó en 1998 (lo sé, el siglo pasado) y que contaba la historia, obvio, de Will y su mejor amiga Grace. Él un abogado gay, y ella una diseñadora aparentemente heterosexual.

A ambos los acompañaba el dúo dinámico del cinismo y el humor, Jack y Karen. Él, el otro mejor amigo de Will, también espectacularmente gay. Y ella… Honestamente es difícil describir a Karen, una millonaria viuda (bueno… no exactamente) que “trabaja” como asistente de Grace. Digo “trabaja”, porque lo que se dedica a hacer es criticar a Grace en todos los aspectos posibles y beber todo lo que se pueda. La primera corrida de esta serie duró hasta 2006. Pero regresó con la moda de los revivals y con la Administración Trump, del que todo el elenco es vocalmente opositor en las redes.

El background

¿Por qué nos importa? Se preguntarán. No sé si es que NBC cambió tanto en los últimos años, lo cierto es que la cadena se ha ido acomodando, luego de tener una etapa menos que estelar en términos de representación. Pero ahora están peleando por estar a la cabeza en ese renglón. Sí, se puede debatir que otras cadenas como CW, por ejemplo, tienen más cantidad de minorías representadas. Pero aquí todas conocemos la historia de The CW y su trato a las audiencias marginadas.

Pero en 1998, cuando Ellen tenía poco de haber salido del armario, NBC revolucionaba el prime time con una serie que presentaba a dos protagonistas gay, una soltera heterosexual y sus muchas desaventuras sexuales, y una millonaria que bromeaba constantemente sobre su bisexualidad. Eso fue, desde 1998 hasta 2006. Pero la serie regresó 10 años después, cuando la representación ha mejorado exponencialmente y la expectativa por Will & Grace era mucha.

La bisexualidad de Karen Walker mostrada en pantalla

El jueves 21 de marzo de 2019, en Estados Unidos, NBC nos daba dos regalazos a todas las espectadoras queer. Primero, como ya les contábamos, Cameron Esposito aparecía en el precinto 99 de Brooklyn para visitar a su novia, Rosa Díaz. Esto, en sí, ya fue genial y nos puso muy contentas a todas. Especialmente porque se trata de un personaje central que es bisexual, igual que la actriz que la interpreta, y su novia una lesbiana que es interpretada por una lesbiana en la vida real.

Pero eso no fue todo, en el episodio de estreno de Will & Grace, también en NBC, y, finalmente, por fin, tuvimos confirmación canon de que, efectivamente, Karen Walker es bisexual. Y todo gracias a nuestra querida Samira Wiley:

¡He decidido bautizarlas Kakki, como nombre de ship!

Pero cuando les digo que la bisexualidad de Karen era un chiste recurrente, no miento. De hecho, por aquel entonces Karen, que además de criticar ferozmente a Grace también coquetea con ella, con la misma ferocidad, besó a Grace y juntas compartieron el beso más largo entre dos mujeres que se había cronometrado en la televisión estadunidense: 14 segundos.

También coqueteó con Candice Bergen, Martina Navratilova y con la única mujer que tuvo sexo con Will. Pero nunca, jamás, tuvo una relación romántica con ninguna mujer en canon. Sí las tuvo con algunos hombres muy ricos y muy patanes, sin embargo. Karen, que en la primera temporada del revival se divorció, y en la segunda comenzó una nueva relación con otro patán adinerado, finalmente tuvo su momento bisexual en pantalla.

¡Por fin la bisexualidad de Karen es visible!

Todo gracias a Wiley. La cosa fue así: Karen se encontraba atrapada en la oficina por culpa de clima invernal, sin poder abordar el avión privado que la llevaría a visitar a su patán novio. No hay electricidad. Una situación de lo más fanfiction, francamente. Cuando Nikki (Wiley) baja desde su oficina, que queda en un piso superior. Karen le prepara un trago.


¿Quién no queda encantado con ese carisma?

Pronto las dos conectan y comienzan a hablar, Karen confesando su actual contrariedad respecto a su novio, a quien, por cierto, parece no importarle mucho no poder ver a su chica. Y le pregunta a Nikki si ella también tiene problemas de hombres. Pero Nikki confiesa que ella solo tiene problemas de mujeres.

Karen: Pregunta, ¿estás permanentemente estacionada en la sección lésbica, o mueves el coche de vez en cuando para que no te multen?
Nikki: Este auto está aparcado, cerrado con llave y con cientos de multas en el parabrisas.

¿Más que un momento fugaz?

Las dos se conocen y pasa algo inusual: Karen descubre que tiene sentimientos, y que Nikki se los alborotó. Ella le confiesa a su nueva amiga que siempre termina casándose con hombres que asumen que ella se puede cuidar sola. Y Nikki le dice que debería buscarse a alguien que desee cuidarla.  A estas alturas la tormenta de nieve ha parado y Karen debería ir a tomar el avión que la lleve con su patán de novio. Pero no lo hace.

Porque Karen dice que siente que en ese momento, con Nikki, se siente que la están cuidando bien. Entonces Nikki se inclina y directamente la besa, robándole el aliento. Eso fue todo lo que vimos de estas dos. Pero nos quedan dos episodios de esta temporada y ¡Samira Wiley aparentemente volverá para aparecer en ambos!

No sabemos qué tan lejos vaya a llegar esta potencial relación. Principalmente porque no sabemos qué tan comprometida esté Wiley por su trabajo en The Handmaid’s Tale. Quizás sea sólo para abrirle los ojos a Karen y que deje de lanzarse a relaciones que no le hacen bien. O quizás sea algo más permanente. Tendremos que esperar para saberlo.

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