Lo primero que tengo que decir antes que nada, es que esta es una opinión totalmente personal basada en mis experiencias, así que te puedes sentir libre de pensar que tengo razón o que estoy loca y veo cosas donde no las hay porque no existe la mala representación lésbica. No hay verdades absolutas en el mundo y esto es mi manera de ver lo que me parece un “problema” (sí, soy consiente hay cosas más graves en el mundo y no es un problemón) con los personajes lésbicos en la televisión y si me apuras en el cine.

Es difícil en un mundo abiertamente heterosexual encontrar representación, aunque actualmente existe más personajes en las series, según GLAAD en 2018 el 8.8% del total de los personajes pertenecía al colectivo LGBT+.

Si analizamos la evolución, de la tele estadounidense (que es de la que he podido consultar datos) de 1990 a 2000 hubo un total de 32 series con representación del colectivo, solo en 2018 hubo 75 series, más del doble que en toda una década, así que sí, que los números hablan, y el mundo “It Gets Better” .

Por cosas como esa yo tengo una tendencia a la esperanza, a la mejora, a ser consciente que poco a poco vamos ganando nuestro lugar en el mundo. El que nos corresponde, ni más ni menos, que yo puedo ser agradecida pero también ser consciente que merezco ser representada como cualquier otro y que no soy una moda, sino algo que existe desde que el mundo es mundo.

Pero ahora llega el momento de ponerse crítica ¿Cómo es esa representación lésbica? A más oferta más cosas buenas podrás encontrar, ¿verdad? Pero historias bonitas, sin dramones, ni hombres de por medio me salen poquitas. Así con las cuentas medio inventadas porque yo lo valgo, digamos siendo optimista con los datos de 2018 que de cada 100 personajes 4 son lesbianas. Pues de esas 4 nos matan a 2 y nos meten en una relación con un hombre a una, por lo cual cada cierto tiempo se alinean los astros y tenemos 1 lesbiana buena, bonita y entrañable en lo que los heteros tienen unos 90. Sí, sé que sus personajes también mueren, pero en tasa de siniestralidad no salen los números en comparación con nuestra eterna desgracia.

¿Qué mensaje te deja eso como espectadora? ¿Qué cómo lesbiana llevas en el ADN el sufrimiento? ¿Qué tengas cuidado encariñándote con cualquier personaje que a la que te descuides estarán haciendo piruetas en el guion para estropeártela?

Por los mundos de Twitter se da mucho los comentarios del tipo: ¿me puedo enganchar a esta pareja o ya la han estropeado? Así están los ánimos de personal, como ya sin esperanzas o con el miedo de saber que la alegría suele durar poquito. ¿Qué quieres que te diga? Eso me resulta deprimente e injusto, es como que nos han defraudado tantas veces que estamos ya de vuelta y media. Y si no me creéis a las pruebas me remito. Ahí les van unos cuantos tópicos de la mala representación lésbica.

1. Muertes everywhere

Cuando pierdes al amor de tu vida porque los guionistas no dejan de matar lesbianas. El musical

Lesbianas muertas así sin pensar, (alguna serie ni siquiera la he visto pero sé que las mataron) te puedo enumerar 10 sin tener que pensarlo: Lexa, Silvia, Tara, Aurora, Naomi, Ana, Teresa, Root, Cat y Rana.

Y oye que ya no es que mueran con el dramón del Cáncer como Dana que puede ser hasta reivindicativo respecto el cáncer de mama, aunque nunca lleve bien su muerte. No, no, no de revindicar nada, es que las matan el día de su boda (Silvia y Rana) mueren por tu tiro perdido (Lexa y Tara) o las matan cuando ya la ni salen en la serie sin venir a cuento y de forma innecesaria (Ana y Teresa) o porque la serie se marca un capitulo años más tarde cuando ya estaba la cosa tranquila y la matan así solo para que sufras y recuerdes que como lesbiana tienes que sufrir (Naomi) o directamente en un plano te atropellan para que no te olvides que la muerte te acecha como mujer enamorada de otras mujeres (Cat).

Chica que quieres que te diga, las perspectivas no son muy alentadoras. Aunque yo llegado este punto me las imagino a todas en San Junipero brindando en la fiesta mensual de “personaje bollo muerto” reunidas todas, echándose unas risas ¿y a ti como te mataron? ¿Fuiste Trending Topic el día de tu muerte? ¿Silvia aún se acuerdan de ti cada vez que oyen “Se me olvido otra vez”?

2.No hombre, no party

Vale, el tema muerte está muy comentado, es algo que ya hemos asimilado, que sabemos que a la muerte le dan bonos descuento en el supermercado cuando mata a una lesbiana y por eso tiene afición a hacerlo.

Ahora os voy a poner una suposición. Imaginaros a un hombre cis blanco hetero de toda la vida de dios. Muy varonil, muy machote, muy hetero, le encantan las mujeres, ama a las mujeres, tiene 0 dudas respecto su sexualidad, pero para reafirmarse deciden que se acueste con un hombre para comprobar que no es algo pasajero, dijo un guionista NUNCA. Cambiar la suposición y meter a una mujer lesbiana en la ecuación, dijo un guionista el 80% de las veces.

Es agotador, mira yo sé que la sexualidad es un espectro, es más sé que existe la bisexualidad, lo cual me parece muy licito. Pero ya os lo pido por favor y de rodillas, dejar de tomar mi sexualidad como algo que tiene que probarse, como un test en el que si no te acuestas con un hombre no eres consiente realmente si te gusta o no. Tú ya sabes que no, lo tienes claro y no tienes que demostrarte nada a ti misma y mucho menos a los demás.

Que hay lesbianas que se han acostado con hombres, sí, y que no se les quita el carnet ni tienen que pedir perdón por lo que hayan vivido en su vida, evidentemente. Pero de vez en cuando es extremadamente agradable ver a mujeres sin dudas que saben lo que quieren.

Yo compro a los personajes conforme nos los presentan, a mí me dijeron en Anatomía de Grey desde el principio que Callie era bisexual y Arizona lesbiana, vale las cartas están sobre la mesa, sé a qué juego los guionistas quieren que juguemos, lo compro y me parece estupendo. Ahora bien, no me presentes un personaje con una historia lésbica y luego me metas un hombre porque por guion te conviene o porque quieras meter drama porque NO. A ese juego no juego. Creo sinceramente que no eres consciente pero me estas invalidando como persona. Me estas queriendo vender que sí, que mucha lesbiana y mucho lo que tú quieras pero que en el fondo el deseo de estar con un hombre como mujer siempre lo vamos a tener y te puedes ir bien lejos con esa teoría de mierda.

Tú imagínate verte constantemente cuestionado, ver una y otra vez como personajes que pasan por una etapa de autodescubrimiento, cuando ya saben quiénes son y cómo se sienten, vuelven otra vez con la puñetera manía del hombre de por medio, chica que me has vendido a una lesbiana siendo consciente que es lesbiana y ahora vuelve a la casilla de salida y de las dudas. No hombre no, déjala tranquilita sabiendo que su dieta será a partir de ahora y para siempre pescado. Déjame que como espectadora sienta que SOY DE VERDAD, que no soy una etapa, que no se me pasa, entre otras cosas porque no tiene por qué ser pasajero, querer a las mujeres es precioso y me gustaría ver que la televisión lo entiende, por favor y gracias.

3. Series históricas = sufre bollo sufre

Que históricamente los LGBT+ hemos sufrido más y hemos sido reprimidos, lo entiendo, sé que cuando alguna serie este ambientada en épocas pasadas estará el “Rigor Histórico™” y nos van a dar por todos los lados.

Pero oye gracias a libros como Señoras que se empotraron hace mucho de Cristina Domenech, podemos ver como en la historia ha habido mujeres luchadoras que segurísimo que lo tuvieron más difícil que el resto pero que vivieron sus vidas lo más felices que pudieron.

¿Señores guionistas o creadores de series no pueden buscar señoras inspiradoras luchadoras que fueron contra corriente? En vez de contarnos una y otra vez como íbamos a la cárcel por amar, como nos casábamos con un hombre por exigencia social o como nos repudiaba toda la sociedad y nuestra familia al conocer nuestro “terrible secreto”. No, eso de mujeres inspiradoras lo dejamos para otro momento (millones de gracias Gentleman Jack por hacer justo lo que acabo de decir), mejor recordar todo lo malo que os ha pasado que seguro que os anima y alegra saber que ahora ya no os fríen el cerebro con electros.

Probablemente no fuera lo normal, pero mi abuela tenía una mejor amiga que era lesbiana, lo sabía y no le importaba y una prima suya estuvo viviendo con su novia durante 50 años, puede ser que tenga la mejor abuela del mundo, no lo descarto, o también puede ser que a veces la vida nos sonreía y el “Rigor Histórico” podría adaptarse a la parte dulce y buena no siempre a la parte gris que por desgracia conocemos y sabemos de primera mano que existe.

Sí, a la televisión a veces le pido que me dé esperanzas, no que me hunda en la miseria, porque sé de sobra que la esperanza existe y no siempre todo el mundo nos ha odiado o despreciado, también hemos tenido aliados y familiares comprensivos en nuestra historia personal. ¿Qué mensaje le mandas a alguien que solo recibe estímulos negativos? ¿Quédate en el armario que se está muy calentito, no salgas fuera no vaya a ser que te constipes?

4. Queerbating

Para quien no sepa que es el Queerbating aquí os dejo una definición de la Wikipedia: es la práctica de sugerir, pero después no representar abiertamente, a un personaje LGBTI o una relación romántica homosexual en el cine, la televisión o la literatura. Se trata de una práctica que pretende atraer a la audiencia LGBTI pero, al mismo tiempo, no incomodar a consumidores heterosexuales cisgénero.

A mí esto me toca la moral, pero como buena masoquista que soy lo consumo, anda que no me pase yo 7 temporadas esperando que Rizzoli & Isles se comieran la boca aunque tuviera claro que no lo iban a hacer jamás, ellas eran más novias que mi novia y yo, eso es así.

Pero amigos, el Queerbating está mal, está feo, porque en el fondo demuestra que como empresa no quieres perder a tu público ofendidito hetero y por cosas como esas Elsa de Frozen no es lesbiana, con el bien que le haría al mundo una princesa Disney bollera, pero ese es otro tema en el que no me voy a extender ahora mismo.

Jugar a darnos cosas pero no dárnosla del todo, esta feo y cuando se vuelve descaradísimo es feo al cuadrado, ¡¡¡BASTA!!! Los heteros tienen tanta suerte en tantas cosas y dan por hecho otras tantas que no saben lo bueno que es que en la vida nunca se les cuestione, que al final Mulder y Scully, Brennan y Booth, Kate y Castle si terminarán comiéndose la boca. Mientras tú tendrás que conformarte con unas migajas que nunca saciaran tu hambre como espectadora, porque tienen miedo a ofender con tu presencia, de verdad que es muy jodido pensar que tu sola presencia ofende.

5. Castas y puras

Esto no es como el Queerbating pero es parecido. En las parejas lésbicas se da el extraño y preocupante caso de la desaparición del factor sexual, llegado un momento de la serie, que ¡Oh sorpresa! de normal llega increíblemente rápido, nosotras nos reproducimos por esporas y nos volvemos asexuales.

Muchas veces cuando te quejas de ese factor viene alguien y te dice: “tú lo que quieres es ver porno”. Mira voy a hacer una pausa dramática para no contestar mal a tu comentario de mierda. Ni quiero, ni pretendo, ni me interesa que sea porno nada. Lo único que pido es que la pareja de mujeres sea tratada IGUAL que el resto. Y si aquí los heteros se besan pasionalmente y con lengua y me tengo que tragar sus babas, no hagas que nosotras nos demos besos castos y nuestras escenas sexuales se corten al segundo y medio, porque NO, aquí o jugamos todos o ninguno. Las dobles varas de medir lo correcto o incorrecto ni me gustan, ni me parecen justas.

Que pasa que volvemos al factor ofensa, que está bien saber que dos mujeres son pareja, pero oye no me enseñes que ser pareja implica sexo que eso ya no me hace tanta gracia, porque las cosas de la cama pertenecen a la intimidad, excepto si eres hetero que tendrás tus buenos planos e insinuaciones varias de como follas como un campeón.

Que oye este factor no está en todas las series, hay algunas que nos cuidan mucho y se preocupan por hacerlo bien, siempre me gusta cuando nos muestran como seres sexuales y me resulta muy molesto cuando nos reprimen.

En resumen

A mí que nunca me venga nadie a decirme que nos enfadamos sin razón, cuando tenemos un historial de tormentos y de palos televisivos que me gustaría un poco más de empatía por parte de la gente. Entender que igual a estas alturas solo queremos ver historias bonitas, felices, que terminen bien y sin hombres de por medio, manteniendo nuestra sexualidad y deseos intactos. Que oye cuando eso sucede, que a veces pasa y es precioso, solemos ser muy felices y adorar a esas parejas con mucho amor. Siempre he tenido claro que somos un público muy entregado.

Si cuando estás descubriéndote a ti misma la mayoría de los estímulos audiovisuales que recibes respecto al lesbianismo son negativos, el mundo puede parecerte un lugar hostil. Y el tiempo en mi caso me ha demostrado que sí, que es más complicado pero también es muy bonito, que mi yo asustada con 15 años ojala fuera consciente de lo feliz que es con 32.

Y ojalá las series fueran capaces también de transmitir eso. De dar esperanzas, de no tener miedo de seguir una historia lésbica por que la van a terminar estropeando, sino de pensar: ¿Qué maravilla nueva y preciosa me van a contar hoy?. Lograr historias inspiradoras, que para llorar y sufrir ya tendremos tiempo en esta vida. Que está bien eso de ver series dramáticas, a todos nos gusta, pero lo que no está bien es que el porcentaje de drama, muy a menudo innecesario, sea tan alto que ya estés cansada, derrotada y olvides que hay cosas buenas.