Me da muchísima tristeza hacer del dominio público esta noticia, porque no tengo muchas oportunidades de hablar de mi país en este blog y hacerlo por las causas que me llevan a escribir hoy no me hacen sentir muy orgullosa. Pero lo peor que podemos hacer ante estas cosas es esconderlas en un cajón. Hay que hacerlas del dominio público porque solo si la gente las conoce querrá cambiarlas.

Hoy me he enterado de que México tiene el dudosísimo honor de ser el segundo país en el que más asesinatos homófobos se llevan a cabo. Para que se hagan una idea de lo terrible de la situación cada dos días una persona homosexual es asesinada en el país. Así dicho suena hueco, son solo números, pero yo siempre intento ponerle cara a la estadística.

Y es que yo viví 23 años de mi vida en ese maravilloso país y tuve la suerte de poder contarlo y estar aquí con ustedes platicando pero ¿cuantas lesbicanarias podrían estar hoy aquí con nosotras y no han podido hacerlo por culpa de la homofobia?

El problema de fondo es la educación, como lo demuestra el que casi la mitad de los mexicanos (un 48%) declaren con orgullo que no permitirían que un homosexual viviera en su casa. Así que es ahí donde tenemos que movernos en la medida de lo posible.

Ojalá que entre todas(os) podamos cambiar esta triste realidad y hacer de mi país un lugar donde todas las personas tengan los mismos derechos. Y donde amar a una persona no sea una condena a muerte.