Bienvenidas una semana mas a Madrid de los años 50. La semana pasada nos quedamos con esos acercamientos de Ana y Teresa y con sus proyectos, de momentos, solo laborales muy a nuestro pesar. Mejor les cuento que nos trajo la semana.

Nos vamos con Teresa a su tienda. Está hablando con Manolita de niños así que su amiga le pregunta si no le gustaría intentar tener otro hijo. Pero nuestra Teresa le dice que en estos momentos no y no por el hecho de haber perdido el bebe sino porque nunca se sabe cómo van a ir las cosas con el tiempo y ahora se quiere centrar en otras cosas, como su trabajo. Su amiga le dice que por eso no tiene que preocuparse, pues se acaba a asociar con los Almacenes Rivas y eso significa seguridad para el futuro. Una vez llega a casa, Héctor le pide perdón por su comportamiento. Ya que si recordamos, se enfadó con ella por el tema de la fusión con los almacenes. Le promete que nunca se meterá en sus decisiones profesionales y bueno se procesan su profundo amor…

Mientras la semana de Ana comienza con la visita de Rosa, quiere hablar de algo pero profesional. Vamos que le pide ser la imagen de los almacenes para la próxima temporada y eso me hace recordar que la última vez que Rosa trabajó para Ana, nuestra Teresa dejó de trabajar en los almacenes Rivas y se peleo con la ella. A pesar de lo que le pueda decir la señorita García, era por unos celos increíbles que tenía cuando veía a Ana y Rosa juntas. No podemos llegar a saber la respuesta de la Rivas, porque su secretaria le comunica que Teresa la está esperando para hablar de un tema importante, así que a la actriz no le queda otra que marcharse.

Después de la incomodidad del momento por la presencia de Rosa, las dos amigas se quedan a solas. Ana está muy contenta porque creía que Héctor iba aponer impedimentos para firmarles los papeles, ya que si él no firmaba, no había fusión. Pero Teresa le dice que su marido la ha apoyado desde un principio. Esto está un poco maquillado ya que no es del todo cierto. Así que podemos decir que oficialmente ya son socias, ambas están contentas y están seguras que está vez todo irá bien entre ellas y que no volverán a alejarse la una de la otra.

Poco después Ana se reúne con Héctor, debido al robo misterioso de alfombras en los almacenes y contrata sus servicios como detective para intentar solucionar el caso. Su “cuñado” le dice que ambas alfombras tenían un grabado de números el cual no sabe lo que significan pero que está seguro que tiene que ver con el robo de ellas. Cuando éste se va a marchar, Ana le da las gracias por la firma. Y aunque el de dice que no fue nada, Ana no se queda muy convencida y una vez a solas, llama a su abogado para que añada una clausula mas al contrato.

Al día siguiente lo descubrimos, ya que Abel va a casa de Teresa, y le comunica al matrimonio que Ana ha decidido dar al Teresa un tanto por cierto de los beneficios que vayan generando los almacenes, lo que se traduce en una barbaridad de dinero. Héctor no entiende el por qué del comportamiento de la empresaria y el abogado le dice que es por lo mucho que Ana quiere a Teresa y por lo que se preocupa por ella, aunque el marido desconfía de las intenciones de Ana.

Al final deciden ir y hablar con ella. Cuando llegan le dicen que no entienden sus razones para hacer tal cosa y Ana le dice que solo quiere que su amiga viva como realmente se merece, pero Héctor, piensa que es demasiado dinero y que hay algo detrás de todo. Ana se cansa y le da una respuesta:

Teresa y yo no podríamos trabajar del modo en que quiero, es decir, en igualdad de condiciones si existiera entre nosotras una diferencia económica tan grande. Nunca estaría segura si Teresa acepta mis propuestas porque le parecían bien o porque está preocupada por su futuro, de este modo, si firmamos esta clausula, Teresa estará en igualdad de condiciones para aceptar o para discutir.

¿Quedó claro? Pues eso, toda una profesional del medio mi Ana.

Pero Héctor le dice que no lo aceptan, ya que como él va a ganar lo justo para vivir, y su mujer va amasar una fortuna. É es el cabeza de familia y es el que tiene que cuidar y llevar el dinero a casa (pensamiento machista…) Ana le dice que si por su egoísmo no va a dejar que el nivel del vida de Teresa cambie es muy egoísta. A final terminan yéndose del despacho el matrimonio Perea, con un Héctor muy enfadado.

Al día siguiente Ana va a visitar a Teresa. La García le dice que su marido no es tan soberbio, es solo que quiere que toda la felicidad de ella venga de su mano y que se siente un poco excluido. Ana le dice que cualquier mujer tiene derecho a prosperar, que no solo es cosa de hombres, Teresa está convencida que al final terminará aceptándolo todo.

Ana: Los celos son muy malos e impredecibles. Y lo que él está es celoso, de mi, de nuestra amistad y de nuestros proyectos de negocios.

Un día más encontramos al matrimonio Perea desayunando, hablan sobre como su marido ayudó en un incendio al salvar a un hombre… en fin, tampoco es que me vaya a extender en la explicación porque.. ¿a quién le interesa? Teresa le comenta que está un poco de acuerdo con lo que él le expuso a Ana y que si el dinero va a ser un problema en su relación, pues lo rechaza y ya, pero sería una pena porque es una oportunidad única, después de los sí, de los no, deciden que lo pensarán.

Y mientras Teresa está acercándose más a su marido, nuestra Ana está perdiendo el tiempo. Quiero decir, no perdiendo el tiempo sino consolando a su vecina Cristina por los problemas que ésta tiene con su marido. Pues nada, que todas las mujeres emprendedoras se las tienen que ver con sus maridos… Cristina le dice que admira a la Rivas, pues sola es capaz de hacer todo, sin ayuda de nadie, mientras Ana se queja de la sociedad y de cómo están sometidas las mujeres a la voluntad de sus maridos, por lo que anima a su amiga para que luche por su independencia y por tomar sus decisiones.

Mientras Teresa se encuentra en su tienda con Leonardo, el encargado de la Rivas, para realizar algunos cambios que se tienen que llevar a cabo, que si re ubicamos los complementos, que si nuevos percheros, que si una obra más adelante… Le llega un aviso que Ana la está esperando en la oficina, que tiene que hablar de un tema muy importante y cuando llega es para ver las reformas que ha hecho Ana en el despacho y ahora en vez de haber una mesa, hay dos, una para ella y otra para Teresa, trabajaran codo con codo y juntitas.. ainss pero que lista que es Ana, lo que yo digo, perfectita…

Teresa le comenta que ahora se está dando cuenta del cambio que va a dar su vida, y su amiga le pregunta si no quiere eso, a lo que teresa le responde que claro, solo que no le gustaría dejar su tienda a cualquiera, ya que le costó mucho sacarla adelante. Pero Ana la tranquiliza y le dice que su tienda estará en las mejores manos, pero que ella tiene que estar ahí con ella, a su lado. Y Bueno rápidamente llaman a Manolita, amiga de ambas y antes encargada de los almacenes y le ofrecen el puesto, a lo que tras muchas facilidades por parte de las chicas, por la situación complicada de la mujer, ésta termina aceptando gustosa.

Así termina nuestra semana, con las chicas siendo socias oficialmente y compartiendo despacho, espero verlas muy juntas por ello. Nos vemos la próxima semana.