Hola señoras, no sé si hayan enterado pero ¡se acaba la semana! es viernix y toca irse por ahí a descansar, parrandear, larvear, laciar, en fin lo que les haga falta, el caso es que pueden hacer lo que se les venga en gana. ¿No es bello este mundo a veces? ¿Y saben qué es lo que voy a hacer yo? Pues hacerles el resumen de lo que pasó en el cuarto capítulo de Exes & Ohs.

Nuestro episodio comienza con Jennifer poniéndose un casco que madre mía…XD yo no sé ni lo que significa moda pero ese casco es horrible. Ejem, dejando eso de lado, Sam y ella se van a dar una vueltita en bicicleta, que ganas de apuntarse ¿verdad? Igual la pobre de Sam sigue sin poder deshacerse de sus problemas, así que decide aprovechar para pedirle a su amiga que le de ideas de que eventos pueden organizar en el bar para levantar las ventas porque o lo consiguen o se va a la calle y ya sabemos que no anda boyante. Lesbianas del mundo ¡salir a tomar copas o nos corren a Sam!

Ahora que Jennifer no sé yo si vaya a ser mucho de ayuda porque lo primero que se le ocurre es una fiesta de donuts y yo ¿qué quieren que les diga? Los donuts suelen gustarme, pero tanto como para salir de farra a comerme una pues no…¿Y ustedes? ¿Les tentaría una fiesta así? En fin dicen que la tercera es la vencida y Jen cumple la máxima al dedillo cuando propone una fiesta de camisetas mojadas. ¡Ahí empezamos a hablar señoras!

De vuelta en el bar Sam se apresura a contarle a su jefazo que ha tenido una idea genial que atraerá a masas de lesbianas al bar. Vale, tenerla, que una amiga te la de…no vamos a ponernos estrictas ahora mismo que la mujer está pasando un mal rato. Su jefe aprueba la idea, no sin antets decirle que como falle se va de patitas a la calle. ¿No les encantan los jefes?

Afortunadamente para nuestra chica cuenta con Devin que a parte de conseguir cámaras por los bajos mundos lésbicos sabe instalarlas. Ah y no es lo único que tiene bajo la manga, aparentemente también sabe crear páginas webs. ¡Esta chica es una monería! ¿Cómo es que está soltera? Niñas apúntenla en la lista sin pensárselo que la mujer tiene many skills como Xena.

Y como todo en esta vida, mientras unas trabajan las otras disfrutan. En este caso le toca a Jen relajarse con un bañito acompañada de Gillian. Resulta que gracias a la presentación que dio, Jennifer ha conseguido un trabajo dando clases en la Universidad de su novia y la pobre mujer como es lógica está algo nerviosa. Lo bueno es que su chica ya tiene experiencia en estas cosas y se decide a darle consejo:

Gillian: Si te pones nerviosa haz lo que hago yo.
Jen: Por favor, no me digas que me los imagine desnudos, porque ya lo he hecho y solo me veo desnuda a mí misma y me pongo más nerviosa.
Gillian: Te iba a decir que te imaginaras que eres Xena.
Jen: ¿Xena la Princesa Guerrera?
Gillian: ¿Por qué no? La mujer patea traseros, además es poderosa, confiada, no se pone nerviosa y está buena.

¡Nice! Eso nunca se me había ocurrido a la hora de dar conferencias o clases. ¡Señoras apunten esta perla de sabiduría! Nunca se sabe cuando la podremos utilizar.

Otras que están aún en cama son las Crises. Chris está dormidísima mientras Kris intenta despertarla pero digamos que es misión imposible así que decide bajar ella sola a la cocina. Sheyla (su madre por si no lo recuerdan) también está ahí tomándose un cafecito y entonces se produce una de esas charlas madre a hija que nos ponen a todas los pelos de punta.

Resulta que Sheyla está muy preocupada por la pareja de las chicas, básicamente porque las dos están trabajando muchísimo por lo del bebé y están estresadas con lo que va a ser de sus vidas. Tanto, que no tienen tiempo para esa pequeña actividad que se llama seso. Uhg…justo la clase de conversación que a todas nos gustaría tener con nuestra madre. Afortunadamente para mí la mía se preocupa de otras cosas XD.

Sam por su parte está orgullosa de lo que ha conseguido, una semana más en el trabajo con un jefe que a cada segundo te está corriendo es para sentirse feliz. Así que se dirige con cafecito en mano hasta el consultorio de Elizabeth para contarle la buena nueva.

Su novia como que no recibe con muy buena cara la noticia de que su chica está organizando concursos de camisetas mojadas. Digamos que en alguna parte de su conciencia todavía le queda el ramalazo de lo living la vida loca que ha sido Sam en otros tiempos. La mujer lo intenta disimular lo mejor posible pero vamos, que se le nota bastante. Al final despide a Sam con la excusa de que tiene un cliente. Mal asunto…

Jen por su parte está lidiando con su primer día de clases y para variar ahí está el alumno pesado y HDP que se dedica a amargarle la existencia. Sí, existen, yo he tenido algunos y debo decir que también lo fui alguna vez…todas tenemos un pasado señoras. En fin que nuestra chica decide poner en práctica el consejo de su novia e imaginarse como la mismísima Xena. ¡Ais me he reído muchísimo! ¡Necesito un traje de esos para los siguientes carnavales! ¿Alguna lesbicanaria con conocimientos de cosplay por aquí?

En fin, en su imaginación, Jen patea el trasero del tontuno en cuestión, pero en la realidad ataca con otra arma de igual filo y casi que mayor poder, la palabra.

¿Sabes? Puede que sea nueva en esto, pero no creo que cabrear a la persona que te califica sea inteligente, a menos por supuesto, que disfrutes reprobar.

¡Duro y a la cabeza! ¡Chupate esa listillo!

Al finalizar la clase Gillian se le une para platicar de como fue su día y aprovecha para contarle que acaban de llegarle los papeles del divorcio. La mujer está contenta porque los firma y se acaba esa etapa de su vida.

Lo siguiente que vemos es a Jen de compras con su mejor amiga. La mujer está extasiada porque Gillian parece ser la princesa azul de su cuento de hadas. Tiene detalles super lindos con ella como preguntarle como fue su primera clase, y entonces conocemos una nueva regla:

Regla de las pequeñas cosas: Las pequeñas cosas dicen mucho sobre lo que siente una persona por ti, así que presta atención. ¿Oyes eso, gallinas? Si solo te besa cuando está borracha corre.

Buen consejo señoras, ¡me encantan estas reglas! En fin Jen decide que es la hora de comprarle un regalo a su chica y antes de lo que se dice Xena ya lo tiene en el bolsillo.

Jen se encuentra con su chica y le dice que sabe que hay una cosa que tiene que hacer y que está bien hecha, pero que le preocupa que sea un mal momento. Gillian le contesta que nunca hay un mal momento para hacer algo bien. ¡¡¡AWWW!!! En fin Jennifer se decide entonces a sacar su cajita de regalo y se lo presenta. Parece peligrosamente como un anillo, pero afortunadamente, Jen no es Shadja de The Real L Word y es tan solo la llave de su apartamento.

Cuando nos conocimos, mi plan era besar a tantas ranas como fuera posible, antes de…ya sabes…Pero no te esperaba a ti. Y ahora eres la única rana que quiero…no te ofendas por llamarte rana.

XD Ais…me encanta el romanticismo de Jen. ¡Quiero ser una rana! XD

Mientras tanto en el bar, Elizabeth sigue molesta por todo el asunto del concurso y las cosas entre ella y Sam no parecen mejorar.

Sam: No lo entiendo, cuando estaba trabajando en el Bunz, y llevaba puesto poco más que mi sonrisa, no pudiste darme más apoyo. ¿Y ahora estás molesta porque organizo un concurso de camisetas mojadas?
Elizabeth: (mandando SMS) Lo siento, tengo trabajo esta noche.
Sam: Tú cobras por tus servicios.
Elizabeth: No puedes compararlo de ninguna manera. Yo ayudo a la gente a evolucionar. Tú ayudas a chicas en camisetas mojadas a bambolear las tetas por el camino del flirteo y la tentación, ninguno de los cuales ayuda a conducir exactamente a una relación sana.

Bueno depende eh…si la chica bamboleándose en cuestión es tu novia o eres tú y están las dos a solas…ejem que me voy por las ramas. Lo dicho, entre estas dos de momento la cosa no va bien, sobre todo porque Elizabeth piensa que Sam está retrocediendo a la chica que era antes. Y si me lo permiten pienso que está exagerando un poco.

Mientras tanto Sheyla y las Crises están cenando y platicando. Resulta que la mujer les da la noticia de que es hora de volver a casa. Kris casi que salta de emoción mientras que Chris se siente triste (jeje amor por la suegra hardcore). Sheyla les dice que antes de marcharse les tiene que dar un consejo muy importante:

Nunca descuiden su vida sexual.

Dios…madres…igual es un buen consejo señoras, nada de lesbian bed death, que la cosa se quede en un mito negro.

En el bar siguen los preparativos para la noche, todo el mundo trabajando y justo llegan Gillian y Jen para dar su apoyo a Sam. Jen se distrae un segundo y Sam aprovecha para hacer migas con Gillian y decirle que seguro tuvo una semana muy agitada con lo del divorcio. Gillian le explica que en realidad todavía no lo ha firmado, a Sam las noticias no le gustan ni un poquito.

Sam les prepara una bebida a las chicas y convenientemente le echa sal a la de Gillian en lugar de azucar. Jen le dice a su chica que no se preocupe y que se la cambia y aprovecha para darle ojos de «te voy a matar» a su amiga.

Jen: La última vez que hiciste esa gracia fue con Sienna.
Sam: Y mira lo bien que resultó.
Jen: Pensé que te caía bien Gillian.
Sam: Eso fue antes de saber que aún no ha firmado los papeles del divorcio.
Jen: ¿Qué?

Me temo que Jen no conocía esa parte…

Sam y su chica se van a sacar al perro y nuestra chica aprovecha para contarle a Elizabeth lo que pasó con Jennifer. Le dice que fue muy insensible de parte de Gillian no haberle dicho a su amiga y que ella espera no ser así, por eso ha decidido decirle a su jefe que no hará lo del concurso. Elizabeth entonces le contesta que si lo quiere hacer lo haga.

Sam: ¿Que hay de eso de la tentación y los flirteos?
Elizabeth: Esa eras tú en el pasado.
Sam: ¿Y lo de no confiar en mi?
Elizabeth: Es la yo del pasado.

Awww hasta que se ponen de acuerdo. ¡Una pareja menos por la que preocuparnos!

Mientras tanto las Crises están trabajando en seguir los consejos de la madre de Kris. Están siendo buenas niñas y metiéndole fuego a las sábanas. Lo malo es que Chris está teniendo problemas de performance.

Chris: Sigo escuchando la voz de Sheyla diciéndome que es nuestra obligación.
Kris: ¿En serio? ¿No te calienta oírme decir: «Me lo debes»?

Pero afortunadamente las dos consiguen reírse del asunto y terminar con sus «obligaciones maritales».

Otras con problemas son Jen y Gillian, pero digamos que los suyos son bastante más graves. Gillian no puede firmar los papeles tan fácilmente, simplemente no puede, es difícil para ella terminar con lo que pensaba que iban a ser los sueños de su vida.

Jen entiende entonces que Gillian solo necesitaba a una chica de trancisión y que tristemente ella se coló mucho más por ella aunque al principio las dos habían quedado en eso.

He estado en tu posición Gillian. Claramente estás pasando por cosas y…yo lo entiendo, en serio. Y lo entiendo y lo respeto. Esto no terminaría bien…y terminaría y sabiéndola no puedo simplemente sentarme y esperar que pase. Me importas demasiado como para poder ser tu chica de transición. No puedo hacerlo, siemplemente no puedo.

Y señoras nos toca escuchar una regla que nos pondrá a todas los pelos de punta pero que desafortunadamente es muy cierta:

La regla de cuando decir cuando: Algunas veces el amor no es suficiente. Algunas veces están en lugares tan diferentes la una de la otra que tienes que darlo por terminado. No importa lo difícil que sea.

Por la noche las chicas se reúnen fuera del bar antes de empezar el concurso y terminan empapadas y participando cuando la lluvia les cae encima. No se preocupen, Sam aún tiene trabajo, digamos que la única que está totalmente triste es Jen, que una vez más ha besado otra rana…snifs…

¡Nos vemos en el próximo episodio chicas!