La Organización Mundial de la Salud anunció este lunes 18 de junio (2018) que finalmente ha retirado la “incongruencia de género” (transexualidad) de actualizada lista de enfermedades mentales. Es decir, ya no será oficialmente catalogada como trastorno psicológico. La deja, eso sí, dentro del capítulo de disfunciones sexuales.

La rama de salud de las Naciones Unidas presentó la lista actualizada de su clasificación de enfermedades, llamada ICD-11, que presentó ante la asamblea general del organismo para que sea revisada y debatida el próximo año.

La importancia

Para los que crean que esto parece una tontería, les digo que no lo es. Especialmente en un mundo que aún en el siglo XXI parece aferrarse a creencias arcaicas y donde grupos de odio se sienten más vocales. Un 2018 donde las enfermedades mentales siguen siendo incomprendidas y se mantienen como tabú.

Para los grupos afectados, en este caso específico la comunidad Trans, es un paso importante. Como cuando en 1990 la OMS retiró la homosexualidad de su lista de patologías. Oh, sí. Hasta hace a poco menos de 30 años que ser homosexual era oficialmente catalogado de enfermedad mental.

Este es un importante primer paso para intentar la normalización de sus vidas. Por ejemplo, le quitamos argumentos a quienes se disfrazan de buenos samaritanos que intentan “curar” la transexualidad. Lo que, sabemos, no es más que una excusa para agredir a las personas trans. Es causa de discriminación y violencia.

El impacto

El razonamiento se basa en la clara evidencia de que no se trata de un desorden mental. Y el clasificarlo como tal puede provocar enormes estigmas para las personas transgénero. Pero se mantienen necesidades de cuidados de salud significativos que pueden ser mejor tratados si la condición se encuentra bajo el código ICD.

Dice parte del comunicado de la OMS, donde explica las bases del cambio y porqué se mantiene como una disfunción sexual. Apoyando así la agilización de acomodo al género real de la persona. Por ejemplo, en países como España, la ley exige primero un diagnóstico psicológico para iniciar los procedimientos médicos correspondientes.

En un mundo de7.400 millones de personas que hablan siete mil idiomas el Código Internacional de Enfermedades (ICD, por sus siglas en inglés) ofrece una definición común para informar, registrar y monitorizar.

Es definitivamente un paso significativo. Sólo nos resta ver qué tan rápido surge efecto. Aunque, francamente, a pesar de lo vocales que están los mensajeros del odio y la ignorancia, que se sienten apoyados por políticos de su misma calaña, creo que hemos avanzado, y seguimos avanzando. Lo importante es no bajar la guardia y no dejar de exigir los derechos fundamentales.

Dato curioso

A demás de retirarle la patología a la transexualidad, que es sin duda el aspecto más importante de esta actualización de la OMS y su ICD. Lo otro que ha llamado la atención es la inclusión de la adicción a los videojuegos en esa lista. Además simplifica la definición del estrés postraumático y refuerza los controles a los microorganismos resistentes.

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