Petricor es una serie de 7 novelas, de las que por el momento se han publicado las cuatro primeras. Todas ellas tienen un punto de partida común, un accidente de tráfico acaecido en noviembre de 2019. El accidente lo sufre una mujer llamada Emma Knatwen, propietaria de McCorin, una próspera empresa de seguridad que debe su éxito al trabajo firme y tenaz de su Directora General y de las altamente competentes directivas y empleadas que la rodean. Juntas forman un eficaz equipo muy cohesionado porque además de compañeras, son amigas de toda la vida.

Todas ellas viven y trabajan en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Se trata de Elizabeth (ingeniera), Verónica (contadora), Gabriela (ingeniera), Malaika (abogada), Erika (carpintera) y Vanesa y Anahí (secretaria y esposa de Emma, respectivamente).

Ellas lo pasan fatal con el accidente de Emma y, a partir de ese momento, se iniciarán las diferentes tramas que se desarrollarán en las distintas entregas. Cada una de las amigas experimenta una historia y sus vidas van discurriendo por distintos caminos, pero siempre enlazados al momento de inicio común de la saga. Asimismo, se introducirán otros personajes importantes, como Irina, Candela y Casandra.

La mayoría de las figuras femeninas que pueblan la serie Petricor son lesbianas, aunque alguna todavía no lo sepa. Por esta razón y como es lógico, las relaciones amorosas y sexuales se establecerán entre mujeres a lo largo de los libros que componen el conjunto.

Todas las novelas tienen la misma portada: una figura femenina de espaldas, oculta tras un paraguas desplegado. La diferencia se plasma en el color dominante de cada paraguas. El primero azul, el segundo naranja, etc.

Un ángel con mala suerte es el primero de los libros de la saga y se centra en Malaika, quien verá cómo su vida toma un giro inesperado cuando conoce a Irina, una hermosa recepcionista de McCorin. Malaika lo ha pasado muy mal con el accidente de Emma, no en vano está secretamente enamorada de ella. No tiene suerte con sus relaciones, pero ahora piensa que eso puede cambiar.

Seguimos con “Destino pactado”, que protagoniza Gabriela y su nueva secretaria, Candela. Gabriela es una jefa insufrible, impaciente y despótica, hasta el punto que por toda la empresa la llaman a escondidas “Maléfica”. No hay quien la aguante y todas las secretarias acaban por dimitir. Candela acaba de encontrarse con un problema familiar bastante grave que la determina a tomar la difícil decisión de atreverse a trabajar con Gabriela. Lo que no sabe es hasta qué punto esta decisión tan complicada puede cambiarle la vida.

La tercera es “Por un instante…”, donde Elizabeth y Vanesa tendrán mucho que vivir. Vanesa está totalmente colada por Elizabeth, su jefa. Tal situación ya dura años, pero Elizabeth no parece enterarse de nada, sólo ve que Vanesa se desvive por ella hasta extremos importantes, más allá de sus deberes profesionales como secretaria. Por otra parte, Vanesa está convencida de que Elizabeth no siente absolutamente nada por su secretarial persona. Ahora Elizabeth está malita y tal circunstancia dará a Vanesa la oportunidad de cuidarla todavía más.

Finalmente, “Piel en vuelo” tendrá como figuras centrales a Verónica y Casandra (una importante cliente de la empresa). Casandra ya hizo su aparición en la entrega anterior, enfrentándose de continuo con Elizabeth, a quien se la tiene jurada por unas cositas del pasado. Es una clienta de primer orden, casi imprescindible para el buen funcionamiento de Mc Corin Seguridad. Por esta razón, la eficiente contadora Verónica quiere tenerla contenta, aunque el carácter de Casandra dista mucho de ser medianamente manejable. Sin embargo, hay veces que la gente da sorpresas y la imagen que proyecta Casandra puede no ser ajustada a su verdadera realidad.

Hasta aquí esta breve sinopsis de los cuatro libros. Los cuatro son novelas románticas lésbicas, con un estilo muy similar a los fanfics. El principal aliciente, de hecho, está en la sencillez y el discurrir ágil de unas tramas lineales basadas en los conflictos amorosos de las protagonistas y sus respectivas resoluciones.

Son de hilo argumental muy definido, que se sigue con facilidad. Esto resulta atractivo porque se lee con rapidez y la acción transcurre fluida. Eso sí, recomiendo con fervor que se lean por orden. Aunque podría hacerse de otra manera, lo cierto es que se perderían detalles, guiños y “cruces” en las historias que figuran en los volúmenes anteriores. Por otra parte, resulta mucho más sencillo familiarizarse con los personajes si se van conociendo poco a poco desde el primer libro; hay que tener en cuenta que son bastantes mujeres las que hemos nombrado y, si nos incorporamos en la novela segunda, tercera o cuarta, podemos hacernos lío con quién es quién.

La acción se sitúa en el más inmediato presente: en mitad de la pandemia y durante las restricciones de reuniones, aforo de locales, etc. Son por tanto narraciones muy actuales y que se refieren a un escenario que hemos conocido hace pocos meses. Esperaremos a las tres novelas que están previstas para terminar la serie, se desarrollen ya en un entorno de absoluta normalidad. Ojalá.

De momento, que disfrutéis de los cuatro primeros libros de la serie Petricor…, si os apetece.