La semana pasada en Rookie Blue vimos a Gail llegar al punto de las lágrimas por lo afectada que quedó con su último caso. Pero seguimos sin ver ningún avance entre la relación de Gail y Holly. Y me temo que en este episodio tampoco tuvimos la suerte de ver a nuestra querida nerd. Así que nada chicas, otra semana que nos toca esperar, pero eso no quita que no tuviéramos cosas interesantes para el personaje de Gail, así que vamos allá.

¿Qué he hecho yo para merecer esto?

Nuestro episodio comienza con Gail con cara de amargada. Puede ser que aún tenga resaca sobre lo que pasó en el episodio anterior o puede que sea porque le tocó sentarse al lado de Andy y como ya sabemos ahora mismo no es su persona favorita. El caso es que mientras todos los demás polis se van a una misión a trabajar encubiertos, a Gail le toca quedarse en la oficina castigada por no haber entregado sus informes sobre el caso Jameson. O lo que es lo mismo, el de la mujer muerta en la lavandería.

Gail mira a Oliver con cara de perrito triste, pero me temo que la estrategia no le funciona para nada, así que le va a tocar ponerse al día con la papelería.

Aquí hay gato encerrado

Lo siguiente que vemos es a Gail atrapada en su propia blusa. La mujer está intentando quitársela sin éxito alguno y se le ha quedado atorada a medios chiles. Me hizo mucha gracia esta escena, más que nada porque me recordó a cuando Gail le contó a Holly que era un gato porque si han visto alguna vez a un gatito atorado en una caja intentando zafarse verán que los movimientos que hace la rubia son igualitos.

Afortunadamente para nuestra chica, Chloe andaba pululando por ahí y la rescata amablemente de su particular cárcel. Obviamente la rubia se lo agradece, pero en su muy particular forma. Cuando Chloe le devuelve la camiseta ella contesta:

Gail: Quiero que te la quedes. Eres una criatura diminuta.

LOL, esta mujer es mucho. El caso es que con una sola ojeada, Chloe se da cuenta de que algo no va bien con Gail. Sobre todo porque tiene el lugar lleno de cajas de cosas que ha comprado y no le sirven para nada, así que termina regalándoselas a los compañeros. Así que decide preguntarle qué tal está. Gail no tiene tiempo de responderle, porque justo en ese momento se oye por la puerta Oliver advirtiéndoles de que se pongan decentes (están en el vestidor de las chicas) porque va a entrar. Así que Gail de inmediato se cubre con una especie de velo al estilo virgen María. Algo que me ha hecho muchísima gracia, sobre todo porque la camiseta tampoco es que dejara que se le viera nada.

Te presento esta ofrenda de paz ¡Oh gran jefe!

Oliver de inmediato le mete caña a Gail con lo del informe, porque aparentemente todo este tiempo lo ha pasado en la comisaría atorada en la camiseta. Bueno no, eso me lo inventé yo, a saber que andaría haciendo, pero lo que me queda claro es que no estaba rellenando la papelería que le tocaba.

Gail, que es muy inteligente, intenta el método de la distracción y le regala a Oliver una cosa misteriosa que tiene pinta de candelabro pero con cuernos. Un híbrido misterioso que hace que el hombre ponga la misma cara que se me hubiera quedado a mi si me hubieran dado semejante presente. Igual no el sirve de mucho porque de inmediato su jefe le recuerda que hay una mujer muerta y una niña huérfana esperando a que ella termine con el informe para cerrar el caso, así que tiene una hora para terminar.

Después de la interrupción de su conversación, a Chloe se le ha quedado el gusanillo dentro de que hay algo mal con Gail. Así que hace lo que cree que es mejor para ella que es hablar con Oliver para que haga algo y no la deje caer al más mísero de los infiernos.

Chloe: Me preocupa un poco Gail. Es que… parece estar un poco mal.
Oliver: Así es Gail. Siempre está un poco mal.
Chloe: Es que no quiero que se acabe rapando el pelo y comprando una de esas pelucas de color turquesa a lo Amanda Bynes.

Que alguien me salve de este oscuro futuro

Oliver no entiende nada de lo que le dice Chloe, más que nada porque no está muy puesto en los mundillos de Disney y sus estrellas infantiles. Pero usa la clásica técnica de ordenarle que haga algo mientras le hace creer que fue totalmente su idea y lo manda a salvar el poco cabello que le queda a Gail.

Dicho y hecho, en cuanto puede encuentra a Gail y la sienta para hablar policía a policía de lo que está pasando. Oliver empieza por decirle que desde hace unos días no es ella misma, y como lo único que ha cambiado es el estatus de su relación con Holly le pregunta si es eso lo que la está afectando tanto. Gail empieza por traumarse por aquello de que hasta su jefe sabe que ha fracasado en su vida amorosa, pero luego se sincera con él y le dice:

Gail: Te has enterado… eso es genial.
Oliver: Lamento que no funcionara.
Gail: Sí, ¿Quién sabe? No sé. Quizá funcione. Supongo que las cosas son así.

¡Señora! Aquí la única que no sabe que no han terminado es Holly porque a todos los demás sí que los has informado. A ver si los escritores nos permiten ver de una vez una plática entre ellas. Porque lo dicho, todo el mundo sabe que siguen en una relación menos la morena.

Igual Gail le confiesa que el asunto con Holly es solo una parte de sus desgracias, que en realidad este caso la ha dejado terriblemente tocada. Por alguna razón que no alcanza a comprender, no puede quitarse de la cabeza la carita de la niña.

Gail: Se llama Sophie, tiene ocho años. Cuando te conoce te muestra la sonrisa más increíble del mundo. Está tan abierta al mundo y entonces ¿Qué va y le hace el mundo? Le hace esto. Y ahora no tiene familia y está totalmente sola. Y yo la verdad no se… No sé por qué no puedo quitármelo de la cabeza. Y sé que hemos tenido casos peores, todos los hemos vivido. No sé que es lo que tiene este.

Oliver, que tiene más experiencia en estos asuntos, le dice que este es el peor para ella. Porque no importa lo que haya pasado, es el que la ha tocado. Y una vez que dejas que uno de estos casos te rompa un pedacito de piel y penetre hasta tu corazón ya no hay vuelta atrás. Ahora todo va a doler un poquito más, pero eso está bien porque es lo que nos hace humanos.

La armadura de Gail se está abriendo poco a poco y ella no sabe muy bien como lidiar con todo lo que está sintiendo. Y creo que en el fondo se siente triste porque se ve reflejada en la pequeña en cierta manera. Ve a la niña que pudo ser ella, abierta y alegre antes de que la vida le diera unas cuantas lecciones que la llevaron hasta donde está ahora.

Igual el apoyo de Oliver siempre le viene bien, sobre todo cuando se ofrece a echarle un cable en todo lo que necesite.

Oliver: Si algún día necesitas algo… cualquier cosa…
Gail: ¿Cómo armas?
Oliver: Sí, o zapatos. ¿Quieres ir de compras?

Aww estos dos ahí en sesión amistosa me encantan. Y a Gail le hace bien hablar de esto con alguien, porque cuando Oliver termina su discurso se abraza a él con fuerza.

Y con esto señora terminamos el episodio. Gail se nos está desmoronando poco a poco y lo que es peor, Holly no se ve por ningún lado. Lo que sí está claro es que este caso le ha afectado muchísimo y tengo el presentimiento de que la cosa no ha terminado aquí y seguirá marcando su futuro. ¿Ustedes como lo ven? ¿Qué les ha gustado más del episodio?