La semana pasada en Seis Hermanas hemos podido ver como poco a poco y después de todo el esfuerzo que conllevaba. La casa de socorro está aún más cerca de ser una realidad gracias a nuestra maestra favorita y aunque Celia en ese momento está enfadada porque se siente utilizada por su cuñado, recibirá una sorpresa muy bonita de parte de los vecinos del lugar. Así que para que vamos de cabeza a ello.

Celia está histérica porque tiene que hablar en público, ya que participará en el mitin de Rodolfo con el tema de la casa de socorro y saben que es la última oportunidad que pueden tener. Aurora la anima, y le responde que no es malo que se lo noten los nervios porque así se verá más sincera. A la enfermera no le cabe duda de que estará estupenda y está segura que conseguirán mucho apoyo y con su cuñado ahí, saben que no mandarán a la policía, después se disculpa por no poder acompañarla pero habrá fotógrafos y mejor que no salga en ninguna foto porque sino su marido la encontraría en dos segundos. ¡¡¡Que se muden ya de ciudad para vivir tranquilas!!!

Más tarde, cuando Celia llega a la casa de su cuñado, su hermana Blanca no da crédito al ver a su hermana ahí, sabe que su marido no es trigo limpio y le pregunta directamente que se propone con su hermana porque la Silva no quiere que meta a su hermana en sus cosas de politiqueo. Sabe que no le interesa nada la causa de su hermana y la está utilizando para que su imagen se impulse. El señor le responde que ambos se están utilizando. Bueno, bueno… tanto como utilizarse mutuamente… vale sí, pero bueno, cada uno tiene sus propios intereses y los de la chica son muy poderosos.

Cuando vuelve la maestra a casa trae una cara de auténtico funeral, su esposa le pregunta el motivo creyendo que algo mal ha salido pero la Silva le responde que la han utilizado, ya que a su cuñado no le importaba en absoluto la causa sino que todo era fachada. Fueron vecinos del barrio para apoyarla y el señor los echo porque “quedaban mal en la foto” y eso a ella le hizo hervir la sangre.

Después de echar a las personas, llegaron los fotógrafos y el tipo hizo su gran discurso, muy bonito en palabras hacia los más necesitados pero sin sentimiento. La pobre chica se siente muy utilizada y cuando le tocó hablar apenas le salían las palabras, al menos se recompuso y pudo decir todo lo que quería. Aurora la anima diciéndole que por lo menos pudo decir lo que piensa y que lo importante es que ha sido escuchada, que se tiene que quedar con eso. Pero la Silva sufre de que no cumpla su palabra y no cree la casa de socorro.

Al día siguiente Celia se enfada aún más cuando ve que la prensa se ha creído las palabras falsas de su cuñado y sabe que ésta habla tan bien de él porque no vieron como echaba a esas personas que tanto dice que va a ayudar. Un hipócrita del quince según nuestra Silva. Pero Aurora trata que vea lo positivo, que al menos ha dicho públicamente que va a ayudar a Arganzuela así que ahora no puede echarse atrás y que al final y lo más importante es que conseguirán tener un médico ahí. Aunque Celia lo sabe, no puede evitar que le da rabia y que sea él el que consiga ese objetivo y se lleve el mérito cuando son ellas las que han luchado con todo para conseguirlo. Además que la Silva insiste en que no está tan segura que el señor cumpla su palabra.

El matrimonio es interrumpido porque llaman a la puerta. Es Caridad acompañada por muchas vecinas. Cuando están todas las mujeres dentro, la mujer les vuelve a repetir que ellas son sus ángeles de la guarda y que aunque los periódicos no hablen de ellas pero sí del político que les dará una casa de socorro con su médico. Todo el mundo ahí sabe que lo tendrán porque ellas, son las que movieron cielo y tierra para que así fuera.

Recalca en Celia le hecho de que a pesar de ser una persona acomodada, estuvo ahí luchando por ellas con uñas y dientes. Eso para ellas es de agradecer por eso le traen un bordado en el que pone “Casa de Socorro Celia Silva” porque para ellas da igual el nombre que le den, para los vecinos se llamará así. Celia de tal emoción que lleva encima solo le sale decir gracias. Esa cara de orgullo de Aurora con su esposa. A todas se nos ha caído todo al suelo a ver como ha luchado nuestra Celia por esas mujeres. Así que sí, se merece que la casa de socorro se llame como ella y ya puestas, en breve barrio deja de llamarse Arganzuela para llamarse “Celia: salvadora de los más desprotegidos”.

Y chicas así termina el resumen, con nuestra chica muy emocionada por la sorpresa que le han dado los vecinos. Hoy como podéis ver el resumen es más corto de lo normal, pero entre que un día no lo emitieron por el atentado en Bruselas, muy bien cortada la programación y después el parón de semana santa pues no ha sabido a poco. Pero bueno, en breve más. ¡Nos leemos!