Escrito por: pikooLeona

Pucelana. Laísta en consecuencia. Joven, y bollera hasta la médula. Amante de las fiestas que nunca se acaban. Y también una gran freak dentro del armario del frikismo. ¿Quién me iba a decir a mi que acabaría haciendo resúmenes yuri para Lesbicanarias?»

Bienvenidas sean una semana más a nuestro pequeño paraíso lesbicanario. Nuestro decimoséptimo capítulo comienza con que el otoño ha llegado a la escuela (y a mi ciudad también, empieza a refrescar en Pucela). Y ¿qué significa que el otoño ha llegado? Que la elección de Etoile se acerca.

Parece ser que en St. Le Rim no tienen interés por ese puesto, pero la duda sobre quién será la candidata de St. Spica está en el aire, pues Amane-sama es poco probable que se presente, y la gente piensa que la malota pedorra es una buena opción (nooo por favor). En cuanto a St. Miatre, como Etoile-sama se gradúa al año siguiente, es difícil que vuelva a ser re-elegida.

Las malotas parece que ya tienen todo casi ganado, pero la presidenta sigue en sus trece de que para que Etoile sea de St. Spica, tiene que ser Amane.

Mientras tanto, Chiiyo-chan le cuenta a Nagisa-chan que la elección a Etoile se hace por parejas, así que… ¿dónde está la pareja de Etoile-sama? Misterio…

Esa noche Tamao-chan le desvela a Nagisa-chan el misterio, pues resulta que la otra Etoile falleció, y desde ese día, la actual Etoile-sama cambió. Pero cuando Nagisa-chan le pide detalles, ella dice que necesita tiempo para pensarlo.

A la mañana siguiente Nagisa-chan va a hablar con Miyuki, la presidenta de St. Miatre, para que le cuente los detalles de “la otra” Etoile. Y recibe de ella la misma respuesta que de Tamao-chan, que necesita “tiempo” para ver si es la indicada para contárselo, pues era una persona muy importante para Etoile-sama, pero también para ella.

Esa noche, Etoile-sama se encuentra a Nagisa-chan tocando el piano, sola, y recuerda el día que la conoció, y cuando se besaron en la piscina. Se sienta con ella y se ponen a tocar el piano, juntas.

Cuando terminan de tocar, Etoile le dice que esa canción le encantaba a la otra Etoile, y de paso le invita a su casa de veraneo a ver las hojas rojas de los árboles… mmm…

Después, mientras Nagisa-chan se disculpa entre lágrimas con Tamao-chan porque va a ir con Shizuma-sama en vez de con ella a ver las hojas rojas esas famosas, Etoile-sama está con Miyuki, la presidenta de St. Miatre, y le dice que por fin va a desprenderse de los grilletes de su pasado y a hablar sobre la otra Etoile con Nagisa.

Y la última escena que tenemos de nuestras chicas favoritas es alejándose en un coche hacia los misterios de un pasado muy triste y dramático…

Y así es como termina el capítulo. ¿Preparadas? Pues seguimos

Nuestro decimoctavo capítulo comienza con Nagisa-chan y Etoile-sama paseando entre los árboles de hojas rojas camino de la casa de verano de Shizuma. El capítulo se titula “tormenta de amor” así que agárrense fuerte a la silla que allá vamos.

Antes de llegar a la casa de Shizuma, deciden hacer una pausa para comer.

Después de comer prosiguen su camino, y Nagisa comenta que está todo muy tranquilo, y es que todo el bosque alrededor de la casa es propiedad de Shizuma. Vamos que aparte de guapa, tiene pasta. Partidazo total.

Pero de repente el precioso día se transforma, y cae un chaparrón increíble. Las chicas echan de correr, hasta que se refugian en el porche de la mansión (eso no es una casa, es una casoncia como la que la sita bate me va a construir a mi).

Entran en la mansión y Shizuma prepara la ducha porque están empapadas. Cuando terminan de ducharse (por separado, no juntas) se toman un café.

A causa de la intensa tormenta esa noche no podrán regresar a la escuela, si no que tendrán que esperar al día siguiente. Cuando suben arriba a la habitación donde se quedará Nagisa, empiezan a hablar

Nagisa: Ella, la otra Etoile…
Shizuma: Su nombre era… Kaori. Sakuragi Kaori. Si aún estuviera viva, tendría la misma edad que tú, Nagisa. Esta era la habitación de Kaori. He escogido el mejor lugar para contarte mi historia. Aquella vez… también era una noche de tormenta.
Nagisa: ¿Aquella vez?
Shizuma: Cuando hicimos el amor. No, no es la mejor forma de definirlo. Incluso ahora, no sé la diferencia entre el verdadero amor y la amistad. Simplemente no lo sé. Pero indiscutiblemente, nosotras… nos necesitábamos la una a la otra. Pero Kaori, ella… Desde aquella vez… mi mundo perdió el color. La persona que me ayudó a recobrar esos colores… Fuiste tú, Nagisa. Porque tú estás aquí, puedo volver a levantarme. Porque tú estás aquí, al fin puedo…

Entonces Etoile-sama hace una pausa y le dice a Nagisa que se vista, que tiene aún mucho que contarle (están en camisón).

Cuando vuelve con la ropa se acerca a Nagisa y de repente se imagina que Nagisa es la otra Etoile, Kaori. Se le cae la ropa de las manos y se le llenan los ojos de lágrimas. Cae de rodillas murmurando “Kaori…” y Nagisa-chan la sujeta.

Pero Shizuma sigue en sus trece llamándola Kaori hasta que Nagisa no puede más y sale corriendo de la habitación y de la casa.

Shizuma sale a buscarla y la encuentra al borde del acantilado, llorando.

Nagisa dice “Lo siento… ¿No soy lo bastante buena, verdad? ¡Lo siento!” Y vuelve a salir corriendo, en dirección a la casa.

A la mañana siguiente cuando Shizuma se despierta y va a buscar a Nagisa, se da cuenta de que ésta se ha marchado. Nagisa llega sola al colegio donde la están esperando la presidenta Miyuki y Tamao-chan. Cuando Miyuki le pregunta por Shizuma, Nagisa lo único que hace es negar con la cabeza y decir que lo siente.

A Nagisa la llevan al doctor, y la última escena que tenemos es la de Shizuma contemplando su foto con Kaori, la otra Etoile.

Madre mía señoras no puedo esperar al siguiente capítulo para saber qué va a pasar con nuestras chicas… que mal lo he pasado entre tanto drama llanto y tormenta…

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