?… El amor terminó y rompió tu corazón
que te puede decir si mi vida va peor.
Que te adoro sabrás, eso siempre sera igual.
Algún día veras nuestra suerte cambiará…?

Mientras suena el estribillo pegadizo de la canción de apertura, nos vamos metiendo en el mundo de las chicas de Para Vestir Santos. El título del programa hace referencia al maleficio que aparentemente tienen las hermanas San Juan (las protagonistas de esta historia) para conseguir galán/marido/novio/amante/ y sus distintas variantes.

Y si capaz alguna ya se pregunta ¿que nos interesa la historia de unas hermanitas hetero que no consiguen novio? Tengan un poco de paciencia, que la historia nos puede sorprender al mostrarnos que quizá alguna había estado perdiendo el tiempo y jugando en el equipo equivocado.

Las hermanitas San Juan son para definirlas rápidamente, desgraciadas, pero bien desgraciadas en todo sentido, no sólo en el amor, también en el trabajo, las amistades, el dinero…en fin, que nacieron estrelladas. Y para que no tengamos ninguna duda, ya en el primer capítulo, la madre de las niñas se nos queda seca de un infarto y quedan huérfanas.

Huérfanas, pobres y con la casa donde viven puesta en venta por su medio hermana (a la que llaman la “conchuda”), que es hija de un matrimonio anterior del padre, y a la que detestan.

Nuestras tres protagonistas son:

  • Susy: la hermana mayor que no puede olvidar su primer amor de los 20 años….cuando ya pasaron más de 15.
  • Virgi: la del medio, la que no se enamoró nunca, la que considera el sexo una actividad deportiva que debería incluirse en los próximos juegos olímpicos y la que irónicamente, no conoce lo que es un orgasmo.
  • Malena: (o Male, como la llaman): es la pequeña y aspirante a actriz con poca suerte. Ella es la que nos va a importar de ahora en más.

No es que desde un comienzo algo grite “torta, torta” cuando se la ve (porque sí, en Argentina nada de bollos, tortas para todo el mundo :D), pero hay algo que no termina de cerrar.

Se le puede acercar un hombre, invitarla a salir y demás, pero es que muestra una falta de entusiasmo terrible. Prácticamente tienen que obligarla sus hermanas para acudir a una cita, como si el asunto no fuera enteramente de su agrado.

En un casting conoce a Damián, otro aspirante a actor, fanático de la comedia musical y enseguida entablan relación. Damián desde un comienzo muestra interés en Male pero ella reacciona con la misma pasión que me puede provocar a mí el nado sincronizado. Estando en casa de Damián mientras él le baila distintos musicales de Broadway sin cansarse durante hora y media, Male ya cansada, le pregunta si es gay, y Damián le dice que no, que esos son prejuicios, y lo que sigue más adelante es un intento inútil que tienen los dos por acostarse, que queda en eso, en un intento. Damián le dice que bueno, que por lo menos ahora podrán ser amigos, y que si acaso no será que ella es gay. Y Male no responde nada, sólo lo observa en silencio.

Yendo de casting en casting, es como Male se presenta en uno donde están buscando un personaje lésbico, y la prueba consiste en besar a otra actriz. En un comienzo tiene algo así como un ataque de pánico, pero recuerda a su madre diciéndole que ella nunca iba a lograr ser actriz porque no tenía lo suficiente, entonces un poco envalentonada por ese recuerdo es que se ofrece automáticamente para audicionar. ¡¡Y que audición!!

Para Vestir Santos

Para Vestir Santos

A ver, que no le dio un beso así nomás, es que no se las podía separar, la otra chica quedo contra la pared y Male prendida como una garrapata. Por más que gritaban “Corten, corten”, ellas seguían en su beso sin oír nada. 😀

Obviamente luego de tirarles agua para separarlas (bueno, eso no pasó pero tampoco hubiera sido tan raro) y de semejante demostración de pasión lésbica, le confirman que consiguió el papel. ¡Es que sino era para matar a todos!

Por un suceso que no viene ahora a cuento contar, que involucra a las hermanitas, Male decide que lo mejor es irse un tiempo de su casa, cambiar de aire, etc., y se muda a la casa de Damián. Damián le dice que la ve como muy encerrada en su familia, que debería probar conocer gente nueva, ser un poco más sociable. Malena le dice que ella de sociable nada, que le cuesta relacionarse con la gente, que no es lo suyo, entonces Damián decide organizar una fiesta en su casa para que Male salga un poco de su mundo interior.

Por más que suena la música, hay gente, todos parecen estar pasándola genial, Male está apartada sin integrarse. Damián le pide que haga el intento y cuando ella estaba diciéndole que no le parecía muy buena idea, suena el timbre y…yo a esa chica la conozco! Sí, sí, la del casting. Damián las presenta: Male ella es Laura una amiga, Laura ella es Male. ¡Que Genial! El tontarrón es el nexo entre las chicas.

Saludo incómodo de rigor entre ambas. Laura que le pregunta si se acuerda de ella, del casting. Ay Laurita, ¿cómo se va a olvidar si casi se quedan enroscadas las lenguas para siempre?

Para Vestir Santos

A partir de ahí se desarrolla un diálogo que no sólo es lo que dicen, sino las miradas y los gestos.

Laura: ¿viniste sola?
Male: Sí.
Laura: Ah, ya somos dos.
Male: En realidad no vine, porque yo ya estoy viviendo acá en esta casa.
Laura: (levantando una ceja y un poco decepcionada): Ah…no sabía que Damián y vos estaban juntos.
Male: No, no, somos amigos y él me está dando alojamiento porque bueno….es una historia complicada.

Laura respira aliviada, y le dice que le encanta haberla visto nuevamente.

Sonrisas nerviosas y estúpidas entre ambas, ya saben, lo que pasa cuando hay tensión entre dos personas. El resto de la fiesta transcurre sin grandes cosas para contar, excepto que Male y Laura se la pasan intercambiando miraditas todo el tiempo. Cuando la fiesta termina y Laura se está por ir, la ve a Male acostada en un sillón medio dormida y se acerca, le anota en un papel su número de teléfono, se lo entrega y se va.

Male se queda con cara de “¿y ahora que hago?”.

Ni bien Laura se va, quizá por pánico por descubrir que le gusta una mujer o quien sabe, intenta acostarse con Damián, pero éste la rechaza, le dice que le parece que no corresponde, que ellos son sólo amigos. Male entonces arremete nuevamente diciéndole que seguramente es porque él es gay, que ella lo viene observando, que es obvio que no es que no le gusta ella sino que no le gustan las mujeres en general. Entonces Damián se ríe y le dice:

Damián: ¿Te gustó Laura? ¿Es eso? ¿Te gustó Laura?
Male: No te voy a contestar esa pregunta (Ay, ay Malenita…)
Damián se ríe.
Male: ¿Pero de que te reís pelotudo?
Damián: Bueno, a ver, bajemos el tonito, que una cosa es que estés confundida y otra es que agredas.
Male: ¿Confundida? ¿Pero que estás diciendo? ¿Con qué voy a estar confundida?

Male se queda en silencio, pero se la escucha pensar (eso es lo bueno del cine y la tele, que les escuchamos los pensamientos), que no estaba confundida, que simplemente tenía miedo.

Y el miedo, como tal, la paraliza. Vemos a Male angustiada, intentando decir algo sin animarse a sacar las palabras. El buenazo de Damián intuye lo que le pasa, y la alienta a que le cuente, pero no hay caso. Malena intenta, intenta, pero cuando quiere hablar, es como si algo le apretara la garganta.

Para Vestir Santos

Finalmente, la vemos charlar con Damián, él le pregunta si ya está mejor, y ella le dice que si, pero que necesita que hable con sus hermanas por ella. Que les lleve tranquilidad, que está viva, que no le ha pasado nada.

Damián, como buen amigo que es, va a hablar con las hermanas de Male, y les dice que Malena está bien, aunque bueno, le pasan cosas, no cosas malas sino cosas que en este momento no puede decir…..por supuesto las hermanas se preocupan y empiezan a interrogarlo un poco más, Damián les dice que Malena les tiene que contar algo, pero que más adelante…entonces las otras dos le preguntan: ¿pero qué nos tiene que decir? Entonces podemos ver a Damián recordar algo que obviamente nosotras no hemos visto.

Para Vestir Santos

En su recuerdo, Malena se acerca a la puerta de su habitación y le dice: Te lo voy a decir, soy gay.

Así de breve y simple.

Damián cuando vuelve de su recuerdo les dice que precisamente él no se los puede decir, que es Malena la que tiene que hablar con ellas. Por supuesto las hermanitas tienen ganas de asesinarlo ante tanto misterio, pero para nuestra suerte, la sangre no llega al río.

Y hasta acá llegó el primer resumen de Para vestir santos..

¿Aclarara sus pensamientos Malena? ¿Saldrá del armario con sus hermanas? ¿Llegará a buen puerto esa tensión entre Laura y ella? Al menos ya sabemos que no vamos a esperar otálicamente por un beso.

¡Hasta la próxima semana!