Hace nada les decía que no sabía cuando iba a estar online el 2do capítulo de Plan V, y no termino de decirlo, y ahí está para que lo puedan disfrutar.

Así que basta de preámbulos y vamos a la historia.

El capítulo comienza cuando Pato ve a su nueva novia y una tribu de desconocidas realizando un ritual en su casa. La cara de Pato al ver esto lo dice todo.

¿Y donde está la parejita feliz? Durmiendo, o al menos dormían hasta que una chica que no conocemos deja un mensaje en el contestador para Ana. Por sus palabras “te extraño, seguro estás tan linda como siempre” y la cara de susto de Ana, es fácil deducir que se trata de una ex. ¿Pero es que siempre hay ex dando vueltas? ¿Por qué esa manía lésbica de dar siempre vueltas en círculo? ¡Amplíen, amplíen que nos volvemos endogámicas!

Sofía se despierta comentando un par de incoherencias que soñó y diciendo que tiene hambre, en eso suena el móvil de Ana, que no disimula demasiado el alivio que le produce ver que la que llama es Flor y no su ex. Tal es así, que Sofía se da cuenta y le pregunta quien pensaba que era porque se había puesto nerviosa.

Flor sigue intentando ver como arregla el coche luego del choque del capítulo anterior. Dinero no tiene, de hecho, dinero no tiene ninguna porque todas están sin trabajo, pero ya sabemos que siempre alguna alternativa se les ocurre, de hecho, Flor ni bien ve a la chica que atiende en el taller, decide rápidamente como le va a pagar ( sí, si, recordemos que no se detiene en detalles, ni nombres, ni nada…).

Mientras tanto en la casa de las chicas, que recordemos, también es la casa de Martín (el hermano de Ana), podemos ver a la insufrible parejita desayunando feliz. En realidad digo insufrible parejita, y la insufrible es ella sola (recordemos ese llamativo rechazo a las lesbianas que tiene), porque ya sabemos que en realidad Martín quiere a su hermana, sólo está temporalmente ofendido porque le quitó la novia. La novia de Martín a toda costa quiere dividir territorio, si fuera por ella, Ana y Laura ya se estaban buscando donde vivir, pero como la casa no es de Martín (ni de Ana) sino de la madre de ambos, se tiene que aguantar.

Por si nos habíamos olvidado de Darío, lo volvemos a ver. El capítulo anterior habíamos visto la selección de personal que habían estado haciendo para reemplazar a las chicas, y finalmente lo lograron. Seleccionaron 4 que …salvando las distancias, es más o menos el mismo perfil que tenían Flor, Ana, Pato y Mara.

Volviendo a Laura y Ana, las chicas están viviendo una situación de miseria espantosa, una pobreza in extremis fatal, no tienen ni para comer, entonces Ana decide que tiene que recuperar su trabajo de alguna manera. Para eso llama a la reina de los planes, Mara…pero recordemos como estaba esta chica la última vez que la vimos, bueno, no mejoró demasiado, sigue reemplazando sangre por alcohol en las venas, pero aún así tiene fuerza de voluntad para levantarse de la cama. Eso si, ¿alguien le puede cambiar la camiseta? Entre el alcohol, el partido de fútbol del otro día, no quiero ni imaginarme como huele.

Ana sigue llamando una por una, interrumpe a Flor que sigue “pagándole” a la chica por sus servicios, despierta a Pato, que ya soñaba que unas africanitas se la comían viva y la servían fría en el desayuno, etcétera.

Finalmente se reúnen todas en un bar a desayunar y a planificar como recuperar sus trabajos. Cuando Mara llega y ve a Pato, otra vez a llorar y gritar (sigue pareciéndome el personaje más divertido esta temporada).

Mientras están ahí, vuelve a sonar el móvil de Ana, y ya sabemos quien es, pero nada, Ana inventa una excusa para que Sofía no sospeche nada.

Mara, que borracha y todo es la única que a veces tiene los pies sobre la tierra, les pregunta quien va a pagar todo lo que están comiendo (porque recordemos que todas están sin trabajo) … y bueno, nada, a correr, lesbianas en fuga por las calles de Buenos Aires.

Mientras tanto, la parejita de la lesbofóbica y Martín están viendo una película (y me pregunto si alguien de toda esta gente trabaja o si es un fin de semana eterno), la lesbofóbica sigue con lo de siempre, que no las quiere ahí, que le dan asco, que les mira la boca (¡Epa! ¡Ya vamos reconociendo algo!) y que se imagina lo que hacen con ella y le da ganas de vomitar (o sea, que ya está imaginando lo que hacen…cada día más evidente), que no puede vivir con dos pervertidas que realizan prácticas que no son normales (¡ay que miedo!, lo que son las ganas jaja). Martín, que no tiene mucho carácter, en realidad para decirlo en argentino, es bastante pelotudazo, le dice que va a pensar que se puede hacer.

En la productora de Ezequiel (el hermano de Pato) y Darío, se encuentran reunidos con un empresario que los quiere contratar para hacer una campaña publicitaria gigante sobre el uso del preservativo femenino. Les pregunta por una creativa de la que le hablaron, Ana … y los chicos rápidamente le dicen que sí, que es muy buena. El empresario les dice que le parece fundamental llegar al campo de las lesbianas, entonces Ezequiel le dice que no hay problema, que el 80% de sus empleadas son lesbianas, Darío le dice que sí, que son geniales las lesbianas (con cero entusiasmo) pese a que son tan..¿lesbianas?…entonces el empresario le dice que le parece genial encontrarse con una empresa de mente abierta.

Mientras tanto, los 4 reemplazos de las chicas se encuentran armando un ¿plan? Para que uno de ellos pueda enamorar al novio de la hermana (si si, cualquier parecido es pura coincidencia), Darío los escucha y están todos despedidos. Si vamos a soportarlo, mejor que sea la versión original y no la copia.

Por otra parte, tienen que volver a contratar a todo el grupo, sino se les cae la campaña publicitaria.

Las chicas mientras tanto están agazapadas a la espera de…si, el empresario falso español, que no puede creer lo fácil que fue engañar a los dos marmotas. No termina de contarles como fue que ya suena el móvil de Flor, Darío pidiéndoles que vuelvan a trabajar con ellos. Obviamente primero se hizo la interesante, le hablo de proyectos que obviamente no tienen, consiguió un 20% de aumento para todas, y recuperaron sus trabajos. Con un poco de suerte dejaran de pasar hambre de ahora en más, eso sí, mejor que consigan clientes, porque con la campaña falsa no van a ver un centavo.

Como la felicidad no puede ser completa, Ana y Laura vuelven súper felices a su hogar y se encuentran con que ahora está delimitado. Una parte de la casa es territorio de ellas y otra parte es territorio de la parejita sosa. Las chicas mientras le gritan loca a la lesbianita reprimida arrancan todas las cintas que había puesto delimitando los territorios, y …fin del segundo capítulo.

Problemas que se avecinan:

  • La ex de Ana, que es obvio va a aparecer solamente para molestar.
  • La lesbianita reprimida que tienen de cuñada que no sabemos para donde puede disparar.
  • Y las mil cosas que seguramente se nos podrán presentar en los próximos capítulos.

¿Mara logrará cambiarse de ropa? ¿A Pato se la querrán merendar las africanitas? Para poder saber todo eso, armarse de paciencia y esperar por más de Plan V.

¡Hasta la próxima! Sean buenas y sino ¡Inviten!

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