Bienvenidas nuevamente…y yo que pensaba que este era el último resumen pero no, todavía hay más Plan V, yo creería que uno más pero en realidad tampoco estoy segura, así que hasta que no diga “Fin” seguimos.

Si el episodio anterior fue a puro drama, el que vamos a ver ahora es puro magia…negra. Si algo nos faltaba en el listado de conflictos torteriles era incluir espíritus y cuerpos poseídos (no en ese sentido) por fuerzas del mal.

Como no podía ser de otra manera quien estuviera metida en hechicerías y demases, tenía que ser el alma oscura de la historia, la reprimida cuñadita. Que será muy del opus pero aparentemente alternó el catecismo con las clases de vudú, espiritismo, etcétera.

Antes de ir a ese tema, que es el central de este episodio, hagamos un repaso de los personajes para ver en que anda cada uno. Como recordaran (y sino para eso estoy yo), Laura fue atropellada al final del episodio pasado mientras Ana la perseguía para volver a declararle su amor. Ramiro había salido del armario con el padre. Mara y Pato se habían acostado pero en vez de terminar felices, terminaron llorando, y Flor tenía una cita pendiente con su psicóloga.

Al parecer Laura sobrevivió pero Ana no la puede ver porque no es familiar y además sus padres no lo permiten, pero como somos muchas y estamos en todos lados, siempre hay una tortita en el lugar indicado dispuesta a dar una mano. Justo en el mismo lugar donde está Laura, está la chica (nunca recuerdo el nombre porque básicamente no lo han vuelto a repetir nunca más) que tuvo una historia con Flor, y a la que vimos al final del episodio pasado exhibiendo nueva novia para disgusto de Flor, que no se lo tomó muy bien. Esta chica trabaja en ese lugar y cuando Ana le cuenta lo que pasa, le dice que no se preocupe, que ella se encarga de hablar con los padres para que acepten que ella la vea aunque sea un rato.

Mientras tanto Pato mira contemplativa una foto de Mara, y su madre le dice que porque no aprovecha y le dice lo que siente, pero no hay caso, Pato dice que es mejor así, y sólo resta que se vaya a trabajar a Uruguay y se aleje de su amada…

La cuñada reprimida haciendo gala de todos sus conocimientos para la maldad decide hacer un hechizo donde afecta la vida de todos. En el caso de Ana y Laura, logra que se olviden de haberse conocido. En los casos de Darío-Ramiro y Pato-Flor, intercambian sus cuerpos.

Cuando la amiga de Flor logra que Ana entre a ver a Laura y se lo dice, Ana ya ni se acuerda quien es Laura, ni sabe quiénes son los padres, nada de nada. Igual no crean que es un gran impedimento, porque ni bien se ve, sonríen, se toman de la mano y se gustan desde el primer momento, pero bueno…si les devuelven la memoria, no creo que se quejen. Pero no creamos que tanta fuerza del mal no va a tener oponente, no no, que tenemos a Consuelo, nuestra superchica de la bondad que le va a hacer frente a la otra loca.

Mientras tanto Pato y Flor están en shock por el cambio de cuerpos y tratando de adaptar sus gustos y su forma de pensar a la parte física. Así vamos a ver a Pato con un vestido de flores escotado y a Flor dejando de lado su habitual apariencia para parecerse más al estilo de Pato. Ambas se comunican porque se dan cuenta que están con el cuerpo de la otra (no era muy complicado notarlo) y tienen que verse porque Flor tiene una cita con la psicóloga, pero claro…Flor ahora tiene el cuerpo de Pato, y en realidad va a tener que ir a la cita el cuerpo de Flor (que es el que la psicóloga conoce)…pero con la mente de la otra. ¿Es un lío no?

La dichosa cita es un desastre total, porque pese a que Flor le daba instrucciones a Pato escondida detrás de la silla (si si, es un delirio, lo sé, todo este episodio es así), Pato por más que este en el cuerpo de Flor, no puede evitar ser ella y lo termina arruinando.

Y como les había dicho, Consuelo era aparentemente la “fuerza del bien” que iba a contrarrestar las energías oscuras de la otra loca, y así es…comienza una batalla de fuerzas entre ellas, y para suerte de todas, gana Consuelo. Punto para el lado de la justicia (¿?).

Lo increíble es que no sólo le gana, sino que la desaparece…o al menos después de tirarla al agua, sólo queda de la opus girl el vestido. Sí, no analicemos demasiado, es decir, estamos hablando de una lucha de fuerzas del bien y del mal e intercambio de cuerpos, no me pidan lógica, que no hay.

Martín comienza a vomitar y aparentemente está expulsando toda la energía negativa que tenía adentro y que era producto de la otra loca. Consuelo le dice que lo primero que necesita para poder revertir el daño que se ha hecho con su hermana y Laura, es que él vaya y la perdone (a Laura), sino no hay solución.

Mientras Ana la llama a Flor y le cuenta que en el hospital (donde no sabe ni como llegó) conoció una chica y se enamoró, que no puede para de pensar en ella.

Consuelo le avisa a Flor (o a Pato ya ni sé) que la única forma de revertir los cuerpos es que se besen, pero para seguir complicándolo todo, deciden besarse en el puerto donde Pato tiene que tomarse el ferry a Uruguay.

Cuando se están besando justo las ve Mara, que no tiene idea de nada de lo que pasó y que iba dispuesta a decirle a Pato que la ama.

Pato y Flor intercambian saliva y vuelve cada una al envase que le corresponde.

Consuelo y Martín van al hospital donde Ana está esperando poder volver a ver a Laura, y justo tienen suerte y le están dando el alta. Convengamos que no tiene ni un rasguño y lo que tiene en la cabeza es un poco una risa cuando supuestamente la atropelló un coche, pero bueno, nos alegramos por su salud.

Martín hace lo que le pidió Consuelo y le dice a Laura que la perdona. Pese a todo esto, Ana sigue sin saber quién es Laura, y Consuelo le comenta a Martín que el maleficio es muy fuerte y que su poder todavía no puede con él (?) Finalmente Consuelo le comenta a Martín que se le ocurrió que la única solución es que las dos vuelvan a enamorarse….y ahí escuchan cantar a Ana enamorada y se dan cuenta que sólo les queda la mitad del trabajo.

Fin de este particular episodio y cada vez queda menos para el final. Sólo resta que vuelva el amor tanto para Ana y Laura, como para Mara y Pato. Paciencia y a esperar el próximo episodio de Plan V.

¡Hasta la próxima!

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