Escrito por: CindyAparicio

Normalmente me paso la vida escribiéndola en 140 caracteres pero cada cierto tiempo algo extraordinario ocurre que me impulsa a escribir un poco más. Este es uno de esos casos extraordinarios, ¡que emoción que seas testigo!. México es mi patria, el mundo mi hogar y estas líneas mi yo más sincero.”

¡Hola mis adoradas lesbicanarias! Ya se… ya se… este recap se retrasó dos largos días pero les aseguro que me he esforzado para que esa larga espera valga la pena y es que es final de temporada de verano para Rizzoli & Isles. Abróchense los cinturones, destapen el tequila porque es hora de nuestra dosis de #Gayzzoli, una tan grande, tan fuerte y tan Gayzzoli que les dejará sin aliento.

¿Cómo dice la ley de Murphy? ¿Tus probabilidades de morir acuchillado en el baño son inversamente proporcionales a tu proximidad por alcanzar la fecha de tu salida de la cárcel? O algo así… Mientras la víctima de la semana se desangra entre los inodoros de alguna penitenciaría Maura y mamá Rizzoli están teniendo otro de sus momentos nuera-suegra mientras hablan de quién más sino de Jane. Maura le está mostrando el último juguete para la cama que acaba de comprar para Jane, no lesbianas… no es uno de esos juguetes, es un couch del sueño que mide las ondas cerebrales durante las fases del mismo. Mamá Rizzoli no sabía que Jane tuviera problemas para dormir pero claro que la Dra. Isles conoce a la perfección los hábitos del sueño de la detective porque ¡Duh! Comparten la misma cama… Mamá Rizzoli sentencia el asunto diciendo que Jane “nunca se casará”, bueno al menos no hasta que el matrimonio gay sea legal en todo el país. Maura se queja de que ahora no sabe que regalarle a Jane por su cumpleaños. Mamá Rizzoli se retira para ir a comprar las cosas ya que darán una fiesta sorpresa para Jane a pesar de que ella odia las sorpresas.

La respuesta de Maura ante la negativa de matrimonio de Jane

Frankie se aparece y mamá Rizzoli inmediatamente lo recibe con un “¿Qué haces tú aquí?” porque claramente Frankie no es el hermano Rizzoli que debería compartir la oficina con Maura. Frankie explica que está ahí para recibir un tratamiento contra la ansiedad que Maura se ha ofrecido a proporcionarle y mamá Rizzoli le cuestiona si está ansioso porque ha subido de peso. Madres, siempre tan oportunas y con un tacto impresionante. Resulta que es el día del examen para detective de Frankie, la Dra. Isles le explica que ha estado estudiando unas técnicas de hipnosis y justo cuando están por comenzar la sesión el sentido arácnido de Jane Rizzoli se activa y detecta una proximidad peligrosa entre Maura y otro hermano Rizzoli porque aparece por la puerta justo a tiempo. Parece que alguien aprendió la lección de la semana pasada. Maura sale disparada como resorte lo más lejos que puede de Frankie mientras este explica que “no es lo que parece” porque todos conocen la legendaria furia Rizzoli contra quienes se meten con la chica de Jane. Por cierto ¿Han notado cómo todos los Rizzolis han integrado a Maura a sus vidas como si dieran por sentado que Maura es parte natural de la vida de Jane? ¿No es adorable?

Maura y Jane llegan a la cárcel donde ocurrió el ataque pero ni si quiera la super placa de detective de Rizzoli les hace saltarse los controles de seguridad esta vez. Maura no pasa la prueba del detector de metales por lo que se tiene que someter a la prueba física que Jane supervisa con ojos de odio porque ¿Recuerdan la legendaria furia de Jane contra cualquiera que le ponga las manos encima a su chica? Jane y Maura analizan la sangrienta escena del crimen pero el director del recinto, un viejo contrincante de Rizzoli, no les está poniendo las cosas fáciles y cuando acusa a Jane de estar un poco “histérica” la detective estalla en furia, menos mal que tuvo que dejar la pistola en resguardo. Jane, Maura y Korsak acuden a la enfermería para revisar el cadáver, el pobre chico murió a causa de las heridas hechas con un objeto afilado… afilado como Jane, según dice una voz al otro lado de la cortina y, si lesbianas este es el momento de comenzar a tomar ese tequila porque necesitarán el valor, Jane Rizzoli corre la cortina y se encuentra cara a cara con nada más y nada menos que el villano de super villanos, osea Hoyt. Jane y Korsak no pueden creer que no sólo los escritores no hayan podido pensar en un nuevo villano y hayan reciclado a Hoyt sino que, además, lo han estado paseando por medio Boston para darle quimioterapia.

Hierba mala nunca muere

Hoyt le dice a Jane que tiene algo que contarle, algo muy malo que hizo mientras ella no miraba pero tiene que decirle a solas, bueno a solas con Maura porque incluso Hoyt sabe que Jane no funciona sin la Dra. Isles. La detective accede en escuchar al asesino pero este sólo balbucea algunas cosas sobre el terciopelo, el verano y que las águilas no beben agua. Maura advierte a Jane que el cáncer podría haberse extendido hasta el cerebro de Hoyt obligándolo a decir incoherencias pero Jane sabe que en realidad es sólo que el hombre es un idiota. De regreso a la comisaría Maura utiliza sus habilidades de buena novia para asegurarse de que Jane está bien luego del encuentro cercano del tercer tipo pero Rizzoli le dice que tendrá pesadillas por meses, menos mal que Maura todavía guarda los juguetitos para la alcoba en algún cajón.

Hablando de cositas guardadas, la Dra. Isles todavía tiene un as bajo la manga… o, mejor dicho, bajo el escote y dado que Jane está tan preocupada Maura se lleva las manos al escote, hurga un poco y extrae un objeto duro y fálico, no lesbianas tampoco es aquello que están pensando, es una muestra de sangre de Hoyt que Maura se robó de la enfermería. Así es, Maura robó algo para Jane, es decir, no sólo utiliza su bolso como escondite para las cosas que Jane se roba sino que ahora ella misma está dispuesta a romper las reglas por su chica. ¡Las cosas que la Dra. Isles hace por amor!

¿Es esta tu manera de decirme que entremos al elevador?

Korsak y Frost llegan con sus propias cosas robadas de la cárcel, o bueno tomadas en custodia pero ¿Cuál es la diferencia? Entre las amenidades Maura encuentra diferentes armas creadas con los enseres más inofensivos unidos entre sí para crear armas letales, algo así como Project Runaway edición homicidio. Que mal que ninguna de esas sea la que terminó enterrada en los riñones de la víctima.

Frankie entra en modo hermano sobreprotector y le reclama a Jane el que no le haya puesto al tanto sobre su encuentro con Hoyt pero Rizzoli le aclara que es sólo para no preocupar a su madre y para ello Jane pone en marcha el plan “Dile a mi madre que quiero una fiesta de mi bello pony” con tal de que mamá Rizzoli se mantenga lejos del peligro. Aww Jane.

Korsak y Frost interrogan a la madre de la víctima quien les informa que días antes de morir su hijo recibió la visita inesperada de un “ángel” quien le dio 5000 dólares para pagar la fianza. ¿En serio, señora? ¿Un desconocido se aparece en tu puerta con 5000 dólares y no piensas que hay algo extraño en todo eso? La Dra. Isles, por su parte, está realizando la autopsia junto con Jane cuando encuentra una obstrucción en el estómago de la víctima, es un globo lleno de dientes humanos. Ok… esto se está poniendo demasiado raro. Maura recibe un email, es ¡un viaje en globo de cumpleaños para Jane! Oh… que inoportuno… menos mal que la Dra. Isles tiene otro regalo de cumpleaños para Rizzoli, bueno otro además de ese que están pensando, los resultados de Hoyt confirman que el hombre se está muriendo de cáncer. Hoyt 3 metros bajo tierra es el único regalo de cumpleaños que desea Jane Rizzoli.

Utilizando su desarrollado olfato detectivesco Jane rápidamente encuentra la conexión entre la víctima y Hoyt, resulta que el chico muerto era estudiante de la universidad de Boston cuya mascota es un águila y Hoyt había mencionado algo sobre las águilas en su discurso. Frost y Korsak le piden a Jane que abandone la tarea de ligar a Hoyt con el caso pero nadie le dice ‘no’ a Jane Rizzoli así que junto con Korsak se dedica a investigar en los archivos sin resolver alguna pista para descubrir la identidad de los dueños de los dientes encontrados. Jane encuentra otra conexión, un caso sin resolver de una familia desaparecida: los padres y sus dos hijas, de la cual sólo sobrevive el hijo mayor. Las cosas se ponen aun más siniestras, resulta que Hoyt no sólo estaba en la ciudad en el verano del 2005, cuando ocurrieron los hechos, sino que trabajaba en la clínica de donación de sangre donde la familia había estado el día de su desaparición y el padre fue su profesor de universidad. Jane Rizzoli sigue las pistas hasta un parque donde cree se encuentran los cuerpos pero la búsqueda no da resultados.

De vuelta al departamento Gayzzoli, Maura y Jane analizan las pistas hasta ahora sin lograr mucho avance, Jane está frustrada por no obtener respuestas y Maura le pide que se relaje. Jane responde sarcásticamente que quizá un viaje nocturno en globo podría funcionar y Maura admite que pensaba que podría ser una experiencia única y romántica que compartir en pareja. La Dra. Isles aprovecha el momento y le pregunta a la detective que es lo que desea de regalo de cumpleaños y Jane responde que “un caballo”. ¡Oh Jane! No sabía que eras una chica tan traviesa. Maura cuestiona a Rizzoli sobre el por qué no desea festejar su cumpleaños y Jane admite que es porque nunca resulta como esperaba y ella odia sentirse decepcionada. No te preocupes, Jane, estoy segura que el regalito que te hará Maura por tu cumpleaños será de todo menos decepcionante. Antes de que la Dra. Isles pueda darle un adelanto Jane descubre otra pista en el caso, uniendo las palabras de Hoyt. Rizzoli ha encontrado donde están los cuerpos.

Mientras tanto en Casa Gayzzoli…

Mientras Jane y Maura revisan los cuerpos en la morgue, Rizzoli recibe una llamada. Hoyt está muriendo y quiere ver a Jane para confesarle los nombres de todas sus víctimas y dónde enterradas. Maura rápidamente se propone para ir con Jane porque nada dice multitareas como una médico forense enamorada de una detective. En la enfermería de la cárcel Rizzoli e Isles llegan para interrogar al asesino quien está muriendo en su cama, Jane menciona lo injusto que es el que Hoyt tenga una muerte pacífica tomando en cuenta todos sus crímenes. El hombre despierta y le pide a Jane que se acerque para confesarle sus pecados pero cuando ella lo hace la atrapa. ¡Todo era una trampa organizada por Hoyt y el guardia de seguridad! ¡Oh, Jane!

¡Maldito seas, Hoyt!

Hoyt y el guardia aprisionan a Jane y Maura. El asesino felicita a Jane por haber resuelto todas las pistas que le dejó sólo para asegurarse de que Rizzoli llegara en el momento preciso. El hombre tortura a Jane mientras obliga a Maura a mirar muerta en llanto el cómo, una vez más, Hoyt le hace daño a su chica. Me detendré un momento aquí sólo para hacer notar la analogía: ¿Recuerdan los primeros casos de Hoyt? ¿Atacaba a matrimonios y torturaba a la esposa mientras obligaba al marido a mirar? Interesante que ahora torture a Jane Rizzoli mientras obliga a Maura a mirar y eso es porque, a pesar de los 9 episodios anteriores donde Maura Isles ha estado con infinidad de hombres diferentes, al final todos sabemos que el verdadero amor de su vida es Jane Rizzoli.

Pero la maldad de Hoyt no termina ahí, luego de hacer una herida poco profunda en el cuello de Jane el hombre se dirige hacia la Doctora Isles, Hoyt quiere hacer sufrir a Jane lo más posible y ha encontrado la forma perfecta. El asesino ataca a Maura con un bastón electrificado mientras Rizzoli mira impotente cómo Hoyt comienza a cortar el cuello de Maura con un bisturí. ¿Recuerdan la legendaria furia de Jane Rizzoli contra cualquiera que le ponga las manos encima a su chica? Pues es esa furia la que despierta en su máxima potencia en Jane quien ataca al guardia y se lanza contra Hoyt para defender a Maura. Ambos pelean por recuperar el control pero Rizzoli logra desarmarlo y asestarle la cuchillada fatal para detenerlo de una vez por todas. Tú te vas al infierno, Hoyt, Jane Rizzoli gana.

¡Yo gano y tú te vas al infierno solo!

Luego del largo día, Jane llega al Dirty Robber donde entra diciendo “Si, si… sorpresa” pero la sorpresa se la lleva ella cuando no encuentra a nadie ahí, parece que al final la fiesta fue cancelada. Rizzoli se va a casa luciendo decepcionada pero cuando entra se encuentra con todos sus seres queridos ahí esperándola para desearle un feliz cumpleaños. Jane no lo admite pero está feliz. Frankie comienza con la ronda de regalos y le obsequia a su hermana sus resultados del examen para detective los cuales aprobó casi con una calificación perfecta. Nada dice “felicidades” como hacer a tu hermana mayor orgullosa de ti. Maura no se queda atrás y le da su regalo a Jane, son zapatos para conducir autos deportivos porque el verdadero regalo de la Dra. Isles son ¡lecciones gratis para conducir autos de carreras! ¡Es el sueño lésbico de Jane Rizzoli hecho realidad!

Maura Isles robará, ocultará evidencia, mentirá, arruinará zapatos carísimos, donará a caridad, resolverá crímenes y pondrá su vida en peligro sólo para ver a Jane Rizzoli feliz. Si eso no es amor no sé donde se pueda encontrar a una novia más perfecta. Qué bueno que la detective Rizzoli lo sabe y lo aprecia a cada segundo.

¡Y eso es todo por esta temporada, mis queridas gayzzolis! Es momento de tomarnos unas merecidas vacaciones hasta noviembre, pero no se preocupen, todavía quedan muchas lesbiaventuras con nuestra pareja favorita así que manténganse en contacto porque pronto estaré de regreso con más dosis necesarias de #Gayzzoli. ¡Gracias por haberme acompañado estas semanas! ¡Ustedes son lo máximo!

Recuerden que seguimos en contacto por twitter. Sean buenas.