Cuando Cari y Lauri Ryding regresaron de sus vacaciones a su casa se toparon con una sorpresa de lo más desagradable, alguien se había robado la bandera de colores que habían colgado en su casa después de la masacre de Orlando y había tirado huevos por todo el frente de la casa. Fue un momento que las impactó porque jamás habían tenido problemas en su vecindario.
La pareja denunció ante la policía y fueron de casa en casa hablando con sus vecinos por si acaso alguno hubiese visto algo que pudiera llevarlas a encontrar un culpable. Desafortunadamente ninguno recordaba haber visto nada, pero prácticamente todos ellos se sintieron indignados al enterarse de lo que les había sucedido a sus vecinas.
Así que la comunidad decidió unirse para hacer un gesto que les hiciera ver que si hay un retrasado homófobo perdido por el barrio, hay cientos de vecinos que las apoyan y quieren que formen parte de la comunidad. Lo que hicieron es ponerse en contacto con Rainbow Peace Flag Project, la organización a la que la pareja pidió la bandera que les robaron y preguntarles si podían darles banderas para los vecinos. Y en menos de lo que canta un gallo 40 casas tenían una bandera exactamente igual que las de Cari y Lauri ondeando en el frente de su casa.
Lois MacGillivray de 85 años y vecina de las chicas explicó así su decisión de apoyar la iniciativa.
Nunca he conocido a nadie que pudiera hacer lo que esa persona le hizo a su casa. Este es un lugar donde nadie te molesta, no importa como quieres vivir tu vida, siempre y cuando no estés haciendo hoyos en mi jardín o lanzando basura a mi patio.
Neil Podolski también decidió adornar con una bandera su casa porque cree que injusticias así nos pueden pasar a todos y es bueno unirse contra ellas.
Simplemente no está bien. ¿Quien dice que mañana no somos nosotros los que nos podemos encontrar una svástica en nuestra casa?
¿Se imaginan lo bonito que se tiene que sentir saber que todos tus vecinos te apoyan y te quieren tal cual eres? Cari Ryding que lleva 23 años viviendo en esa casa ha dicho que la amabilidad y el cariño de su comunidad ha hecho que tanto ella como su esposa se sientan protegidas.
Lo que hicieron ha eclipsado por completo el miedo que teníamos. Estamos sobrecogidas con su amabilidad y su generosidad.
Lauri Ryding siente que el detalle ha conseguido devolverles la fe en su comunidad.
Alguien decidió actuar en base a sus miedos, pero el apoyo de nuestros vecinos y su amor también han actuado y el amor conquista el odio. El amor gana. Nosotros hemos ganado.
Esta historia me ha dejado una sonrisa eterna en la boca. Porque me habla sobre lo importante que es tener gente que te eche un cable y te haga sentir bien cuando cosas así pasan. Y que bonito es cuando la gente se da cuenta de que lo importante es el amor que esta pareja se tiene y lo buenas vecinas que son y nada más.
Así que ¡gracias a todos esos vecinos por ser tan lesbicanarios!
