Para muchas lesbicanarias de nuestra generación The L Word fue un parteaguas del entretenimiento hecho de nosotras para nosotras, muchas mujeres se involucraron en la producción y creación de show por tanto llegó para quedarse en nuestros corazones con personajes entrañables y escenas icónicas.

Al menos para mí ha sido una guía de supervivencia lésbica, un referente o un gran tema para romper el hielo al momento de encontrar otra chica lesbiana o bisexual. The L Word funciona tanto a tantos niveles que hay 5 cosas que deberían ser traídas de la pantalla a la realidad.

1. The Planet

El café/bar/club de verdad podría funcionar, al menos en México no tenemos uno como ese y me atrevería a decir que en todo latinoamérica tampoco, no hay, no existe y eso me entristece muchísimo. Amigas del gremio internacional, si ustedes conocen un bar que sea inclusivo, esté en un barrio o vecindario abiertamente LGBTTTI y sirvan café, bebidas alcohólicas y hasta comida, por favor déjenlo en los comentarios, muchas se los agradeceremos. Poner un lugar así o estar en uno es un sueño lesbicanario.

2. The chart

Este es una ligera exageración porque ahora con todas las redes sociales es fácil enterarse de quién anda con quién, cuándo terminan las parejas o cuándo se hacen nuevas, no es difícil crear un tablero en casa. Si ustedes como yo aman el chisme, seguro ya lo hacen en sus mentes, aunque sería bueno tener una aplicación donde llenar los nombres de esas conexiones.

3. Sugar Mommys

Cuando Phyllis Kroll se declaró lesbiana lo primero que hizo fue salir con Alice Pieszecki y aunque esa relación estaba destinada al fracaso, no estaría nada mal conocer una mujer que nos quite las preocupaciones económicas, quizá no por toda la vida, pero que sí nos consienta mucho y nos pague las vacaciones ¿A quién no le gustan las maduritas?

4. Toda buga merece una Marina Ferrer

Esto debería ser una ley o algo (solo exagero) si todas las chicas hetero encontraran una persona así de apasionada, sensual e inteligente, habría una invasión lésbica potencial. Como Jenny se enamoró y se dejó llevar es un romance que todas debemos experimentar, con menos drama, pero con toda esa pasión.

5. Un grupito de amigas, todas lesbicanarias

Como dicen en mi rancho “¿todas son de ‘ambiente’?”. Tener amigas lesbianas y/o bisexuales podría hacerte la vida más simple, ellas conocen lo que vives y pueden entender más fácil tus problemas, la salida del clóset o los problemas con tu novia serán pan comido con su apoyo.

Algunas de estas cosas parecen difíciles de traer a la realidad sin embargo se vale soñar. Mientras más lo desees más lo atraes ¿No? Recuerden recomendar sus lugares LGBT favoritos, también comenten ¿Cuál de estas cosas te parece más interesante? Queremos leer sus comentarios.

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