Quejas

Ya no tengo razones para mirar mal la Vida ni siquiera con todas mis dioptrías o cuando tengo vista cansada. Tú me has tocado el Corazón sin esforzarte con algo que cuesta toda una Vida en aprender: vivir el presente y dejar las preocupaciones con los restos de la cena del ayer. Me has enseñado el valor de los detalles y las mayúsculas además de un camino repleto de experiencias más allá de la comodidad. No se nos da bien eso de recordar fechas salvo una vital: “HOY”. Y si necesitamos acordarnos de algo, buscamos el pantallazo y tan felices sin quejarnos.

Quiero ser feliz y estar satisfecha. Ser feliz y llorar de tristeza. Ser feliz mientras comemos tumbadas en el suelo unas fresas. Ser feliz ante la incertidumbre del horizonte, donde todo empieza. Ser feliz incluso cuando nos gana la pereza. Ser feliz con esa piedra con la que la ilusión se nos tropieza. Ser feliz con franqueza… Somos como el Yin y el Yang, tú con tu desorden controlado y yo con mi orden caótico, tú una cara y yo su cruz. Somos un verano que, al mismo tiempo, también es invierno, como dos estaciones vibrando con el mismo viento, como concederle doble nacionalidad a un único momento. Un momento lleno de satisfacción y vacío de quejas, porque me has enseñado que mi futuro es el presente.

Inspiración

Estaba en una prisión bajo el poder del oro y de hacer las cosas bien a los ojos de los demás. Tú apareciste un día del mes con nombre masculino con tu sonrisa de la mano. Una de esas sonrisas alarmantes. Una de esas que piensas “cuidado, que de esta te acabas enamorando”, cuando ya es demasiado tarde y no puedes volver atrás. En realidad, no quieres.

Ahora, con una sola palabra que salga de tus acogedores labios, descongelas todo aquello sobre lo que se escondía mi tímido corazón. Gracias por la inspiración y por ayudarme a coger aire. Ahora soy feliz YO.

Eres tú

Vivir libre, sin ataduras, es tu mantra. Lo que tu alma canta.

Incluso si los lunes por la mañana duelen, lo gritas para que las pesadillas vuelen.

Ver con el corazón me enseñaste. En mantener en pie mi sonrisa te especializaste.

Imagina que es posible lo que sueñas; de tu vida tú eres la única dueña.

Aunque vivas en el mundo al revés, no solo crees en lo que ves.

No te niegues más placeres, ahora ya sabes quién eres.

A no ser que quieras morir sin haber logrado vivir.

(la inicial de cada frase de este relato forma el nombre de ella).