El segundo capítulo de PLL comienza con las chicas en un café después del funeral de Allison. Las cuatro están bastante preocupadas por varias cosas. Lo primero en la agenda es el hecho de que la famosa ciega/no ciega Jenna haya regresado y lo referido como “el asunto de Jenna” (“The Jenna Thing”). Suponemos que una cosa tiene que ver con la otra, porque la verdad estas series no son así que digan muy complicadas xD. Aria dice que no lo ha podido olvidar, que todas las noches se despierta pensando en eso. Spencer dice que fue un accidente. Lo siguiente en la agenda es, por supuesto, “A”. ¿Cómo es que sabe cosas que solo Allison sabía de ellas? ¿Y cómo es que nadie sabía nada de Allison? ¡Porque era malvada! ¡Porque planeaba morirse y después atormentarlas por el resto de su vida! Duh.

Su plática es interrumpida por el nuevo personaje… Jenna. Ahora, un tip. Cada vez que escuchen un “tac, tac, tac, tac” ¡HUYAN! Porque significa que Jenna está cerca. Jenna y su bastón y sus lentes para ciegos. A menos que no tengan nada que ocultar y sean totalmente inocentes… pero como ese no es el caso, Hanna, Aria, Spencer y Emily… huyen. Ahora vamos con cada una de las PLL.

Por ser rubia, Hanna va primero hoy. No, no es cierto, sólo es que ella sale primero. El caso es que la mamá de Hanna hizo un trato con el detective que la acusaba por robarse las gafas, para que retirara los cargos. El trato podría bien llamarse “sexo a cambio de favores” o “prostitución”, porque básicamente la madre de Hanna se está acostando con el detective para salvar a su hija. Su siguiente problema es que su novio no se quiere acostar con ella, por motivos religiosos o algo así. Y para mí, “motivos religiosos” significa “soy gay Hanna”. Porque en serio, además de que el novio parece un Ken de carne y hueso, muestra más interés en el novio de Emily que en Hanna. Al día siguiente Hanna se encuentra con que el detective/novio de su mamá va a desayunar en su casa.

Mientras tanto, Aria desayuna con sus papás. Y sí, perdón por no mencionarlo antes pero mamá-Aria es nada más y nada menos que Piper Haliwell de Charmed, osease Holy Marie Combs. Y sí, yo al menos sigo teniendo un pequeño crush con ella. Así que oficialmente la nombraré la MILF de la serie. Pero de vuelta a la historia… Aria se la pasa echándole miraditas a su papá de “aunque sea disimula tus infidelidades”, pero como que su papá no capta. En la escuela, Aria habla con el seño Fitz, el maestro con el que se besó y luego se dio cuenta que estaba en su clase, y con el que luego siguió coqueteando.

El día de hoy Aria quiere cambiarse a otra clase de literatura, a una donde no tenga la preocupación de querer agarrarse con el maestro porque vaya que eso te puede distraer. Mr. Fitz le firma la transferencia y asunto terminado. A la mera hora la transferencia es rechazada por parte de la dirección (ay ajá) y Aria se tiene que aguantar. Más tarde, cuando ella y su mamá van al cine se encuentran al señor Fitz. Su mamá lo invita a sentarse con ellas, y Aria vive uno de los momentos más incómodos de su vida. Luego Aria necesita que alguien le de un aventón y ¿adivinen quién aparece? Pues claro, el maestro preferido. Y pues ya que están en el coche solos deciden besarse. Cuando llega a su casa, enfrenta a su papá respecto a lo de su amorío, le pregunta si está volviendo a ver a la susodicha. Él le promete que ya no pasa nada y se disculpa y blah blah. Cuando Aria va a su cuarto recibe un mensaje de “A”:”Cuando estudiantes besan a maestros, ¡alguien resulta herido! Te lo prometo”.

Spencer, por su parte, sigue con el asunto de “me gusta el novio de mi hermana”. En la noche ella va con su papá, su hermana y novio-hermana a cenar. Ahí se echa unas miraditas de complicidad con Wren que realmente me sorprende que su papá y su hermana no hayan notado eso. Y también le comparte de su bebida. ¿Han oído del ese sexo en el que no necesitas tocar ni nada? Pues estos dos iban para allá. Después de la cena, Wren visita a Spencer en su cuarto, y pues después de hablar un poco, pasa lo que tiene que pasar. Léase, se besan. Y Claro, Melissa los ve. A la mañana siguiente Spencer se da cuenta de que Wren se va de la casa, y adivina por qué fue.

El día de Emily comienza con una taza de café y una visita de Maya. Em le ofrece una taza para ella, y Maya acepta, aunque bien le pudo haber ofrecido algún favor-no-tan-inocente y la reacción hubiera sido la misma. Maya le confiesa que no ha podido dormir, porque pareciera que Allison sigue ahí; todavía encuentran cajas de sus cosas y sigue viendo los pósters reportándola desaparecida. Emily confiesa que le duele demasiado ver esos pósters. Maya la conforta con una palmadita en la espalda, y un abrazo… sí, esta vez sí es sólo un abrazo.

En ese momento son interrumpidas por la mamá de Emily. Maya les cuenta que la gente sigue yendo a su casa para “despedirse” de Allison, y que eso hace que se sienta como que es su casa todavía. Entonces la ingenua mamá-Emily hace una propuesta que Maya no puede rechazar:

Mamá: Sabes, Maya, ¿porqué no pasas unos días con nosotras? Podrías dormir en el cuarto de Emily.

Nada más le faltó decir como “pero es demasiado pequeña, así que tendrán que dormir muy pegadas. Y hace mucho calor en las noches, así que también tendrán que dormir sin ropa”. Bueno, y pasados los cantos de Aleluya por la acción de la mamá de Emily, las chicas van a visitar a una Spencer que está inmersa en su práctica de hockey. Ahí Maya se presenta como “la chica nueva que se mudó a la casa de la chica muerta”. LOL. Todas se quedan como “WTF! ¿De verdad dijo eso?”, incluyendo a Maya. Nuestra pseudo-parejita invita a Spencer por un café, pero ella prefiere quedarse a practicar. Cuando salen del patio, Maya exclama lo que ya todos sabemos: “Es intensa”.

En la escuela, Emily (ya sola) saca unos libros de su locker y es interrumpida por su novio (se me olvidó su nombre). El chico le recuerda lo de su cita de esa noche, pero Emily le dice que no puede porque Maya se va a quedar en su casa y prefiere mil veces estar con ella que con él. Bueno bueno, no así de textual, pero básicamente eso. Su novio no se enoja, pero le pregunta algo que seguramente sí rondaba la mente de Emily: ¿qué tipo de pijama crees que usa? Emily lo ignora y se despiden. Cuando el chico se da la vuelta, Emily se queda viendo al horizonte… o mejor dicho, al horizonte donde está Maya, y pone cara de borreguito a medio morir, cosa que puede significar sólo una cosa.

En la noche, en casa, Emily y Maya platican acerca de ganar. A Em no le importa mucho, siempre y cuando haga su mejor esfuerzo. Aw. Luego vuelven al tema Allison y Maya confiesa que siempre huye de las “abejas reinas”. Maya interrumpe abruptamente la conversación.

Maya: ¿Tienes un lado?
Emily: ¿Eh?
Maya: Para dormir
Emily: Suelo dormir en medio
Maya: Yo… suelo dormir en medio también.

Más tarde, es decir, ya cuando están durmiendo (porque claro, ninguna de las dos podía esperar un momento más para ir a la cama), Emily sigue despierta y ve de reojo a Maya. Cuando parece que se resigna a “eso no puede pasar”, se voltea hacia su lado derecho. Casualmente, Maya hace lo mismo segundos después. Em le toma la mano y sonríe. Aw, esta chica me mata en serio.

El momento, sin embargo, es interrumpido por un mensaje que le llega al celular de Emily. ¿Y adivinen quién es? Les tengo una pista… ¡Chan chan chaaaan! “A”: “’¿Te dieron un beso de buenas noches? Te mando uno de mi parte. XO…” Y sí, yo sé lo que están pensando, un XO más y queda clarísimo que “A” es Gossip Girl, pero desafortunadamente no fue así. Emily se frikea bastante.

Al día siguiente su novio las lleva a la escuela a las dos. Él comenta que ahora que Maya ha dormido con Em, ha llegado más lejos con Emily qué él. ¿Por qué será? Ben (¡ya me acordé del nombre!) sigue con las insinuaciones características de imbéciles como él, y Emily cada vez se incomoda más. Cuando Maya se baja, Emily le echa una miradita a Ben de “eres un idiota”, pero por alguna razón también lo agarra y lo empieza a besar casi igual de intensamente como Aria besó al señor Fitz. Los interrumpe la sociedad y Emily se baja muy apenada. Hanna la salva del numerito y le dice que no pensaba que ella fuera la persona que estuviera más cómoda demostrando afecto públicamente. Emily contesta: “Quizá no soy la persona que todo mundo piensa que soy”. Pero por supuesto, nadie entiende el verdadero significado de eso, más que nosotras.

Más tarde Emily se encuentra sola en su cuarto, recordando el día en que Allison les dio unos brazaletes a cada una de las chicas con sus nombres. Em es la única que conserva el suyo. Bueno, y teóricamente también Alli… porque lo enterraron con él. Su mamá nota que algo le pasa a su hija. Emily le dice que algo está mal con ella. Su mamá piensa que se trata de Allison, y le dice que quizá sólo necesite encontrar una forma para despedirse.

Pero ahora vamos al “Asunto de Jenna”. Y también a lo de Allison. Durante la mañana en la escuela, justo después de que Emily se queda embobada con Maya, se oye un anuncio: llaman a las cuatro chicas a la dirección Cuando van de camino, reciben un mensaje de ”A”: “Chicas muertas caminando”. Las cuatro entran en pánico. En la dirección las espera el detective este que no deja de joder. Les sigue haciendo preguntas relacionadas con Allison y los eventos previos a su muerte. El detective no les cree nada.

En el almuerzo, ellas comentan acerca de lo sucedido. Insisten en que no saben nada, pero insinúan que sí han mentido… un poquitito. Y entonces entran al asunto de Jenna… o mejor dicho, su accidente. Spencer insiste que ya no hay nada que puedan hacer, así que es mejor que se queden calladas. Justo en es momento, y como si las estuviera observando (mal chiste) entra Jenna a la cafetería. Por alguna razón Aria la invita a sentarse con ellas, y causa un momento realmente incómodo. El segundo momento más incómodo en la vida de Aria, seguramente. Entonces, alguien, o quizá todas, tienen un flashback a la noche donde empezó “el asunto de Jenna”.

Resulta que estaban en casa de Allison todas probándose ropa, como chicas normales, cuando entonces Alli juró ver a un chico espiándolas por la ventana: Toby Cavanaugh. Ella se enfureció y convenció a todas de que fueran a vengarse. ¿Cómo? Pues simplemente aventándole una “bomba fétida” a su cobertizo. Ahm, chicas… según yo las bombas fétidas no causan explosiones, ni dejan a Jenna (quien es hermana de Toby y en ese momento estaba en el cobertizo) ciega…

En fin, eso fue lo que pasó. Cuando regresan todas de su lapsus momentanus, reciben un mensaje. Todas tienen cara de pánico. Jenna pregunta si no van a contestar. El mensaje es de “A”: “Si tan sólo ella pudiera ver lo culpables que se ven”. ¿¡Puedo, puedo!? Chan ch- no esperen, aún hay más…. Justo cuando ya están apareciendo los créditos y uno piensa “¿qué otra revelación/sorpresa/misterio puede surgir en este capítulo?” vemos que Spencer sale a correr. Se detiene y ve esto…

¡Es Jenna! ¡Jenna ciega escribiendo mensajes de texto y diciendo “enviar”! Y luego, por arte de magia… Jenna voltea a ver a Spencer… o al menos voltea la mismo lugar donde está la chica. La cara de Spencer (y seguramente la cara que ustedes pusieron) sólo puede ir acompañada de algo: ¡Chan chan chaaaan!

Escrito por: Namezne Puedes seguirme leyendo en mi blog o saber lo que hago diariamente por mi twitter

Acerca de mí: Escribo directo desde México, la capital, para ser más exactos. Aún me faltan 2 años para votar y sigo viendo programas para niños de vez en cuando. Vivo en lo platónico e imposible, y a veces me cuesta aterrizar. Pero no engaño a nadie… así soy feliz.