¿Qué venganza sutil (o no tan sutil) tendrá preparada “A” en este capítulo de Pretty Little Liars para nuestras queridas chicas? Escribo eso porque se me hace la mejor pregunta para empezar cada capítulo de esta serie. ¿Ya tienen teorías? Estoy segura de que sí. Empecemos, pues.

Afortunadamente, las chicas aprendieron su lección después del capítulo pasado, y esta vez no se adentraron en un bosque oscuro lleno de fantasmas de sus amigas muertas/no-muertas, sino que decidieron ir a un parque en el centro de la ciudad. Bueno, pueblo. El punto es que están a la vista de todos, léase, hay testigos. Llegan a una banquita de madera, y Aria dice que van a poner todo bien bonito para que sea el “santuario” de Allison. Hanna tiene el brazalete que encontraron en el bosque (el que teóricamente debería estar 3 metros bajo tierra… con Allison) y que ya no quiere tenerlo. Es mucha responsabilidad. Todo mundo hace “SAFO” y voltea para otro lado. Spencer recapacita y lo toma. No tiene miedo.

Entonces tocan el tema “A”. Spencer decide ponerse valiente y bloquear TODO tipo de comunicación que venga de alguien desconocido: correos, mensajes, comentarios de facebook, tweets, y otras cosas de la modernidad. De repente, pasa el maestro Fitz, alias el galán/no-galán de Aria, y Spencer y Hanna se lo comen con los ojos. Aria se molesta y le quita la computadora a Emily, quien está bloqueando sus cosas en ese momento. ¿Cómo te atreves Aria? Yo no podría arrebatarle nada a Emily, más si está vestida de esa manera. Todas hacen lo mismo que Spencer. Mientras tanto le preguntan a Emily por Ben, su novio violador. Ella prefiere no hablar de eso.

Terminadas su labor tecnológica, comentan acerca de lo bueno que es sentirse libre de “A”. Lo que no saben es que uno NUNCA está libre de “A”… wuajajajaja. No, en serio. Justo cuando se regodean de felicidad, un papelito vuela hacia ellas.

Es uno de los papeles que reportaban como perdida a Allison, pero con algo más escrito encima: “Ding ding, la perra ha muerto”. ¿Ven? NUNCA estarán libres… chan chan chaaaan.

Gracias al cielo, al siguiente día vemos que Emily llega a la escuela y se encuentra a Maya. Esta última tiene una pequeña sorpresa para Em: una linda bufanda roja. Bueno… el color en realidad es “el mejor color del planeta”, pero para mí es rojo y ya. Maya aprovecha y le pone la prenda a su amiga. Y luego la mira con ojos de lujuria, como ya estamos acostumbradas.

Pero claro, Emily sólo se apena por el hecho de que alguien las vea y de inmediato adivine lo que está pasando entre ellas. Por favor, es una bufanda roja. Si fuera una arcoíris y dijera “Pride 2010”, comprendería su temor. Después de que Maya se despide (con un abrazo), Em mira a la cafetería y ve a Toby Cavanaugh. Las cuatro chicas se encuentran, y le dicen a Emily que su bufanda está super padre. Hanna pregunta que si es nueva, pero bien pudo haber dicho ¿eres gay? Y la reacción de Em hubiera sido la misma.

Las chicas siguen su camino, y Emily se “tropieza” con Toby. El chico hace su miradita clásica de asesino, y Aria sugiere que él es “A”, y que se mantendrá alejada de él y de Jenna. Em concuerda, pero claramente sabemos que está mintiendo.

Aria entra temprano (como siempre) al salón del señor Fitz. Ella le comenta que le dio pena que sus amigas se lo comieran con los ojos el día del parque. Ambos concuerdan que tienen que hablar acerca de su “relación”, situación o lo que sea. Así que la invita a su casa a cocinar “una de las dos cosas que sabe”. Porque evidentemente, esa visita esta en el programa de la materia, no sean malpensados.

De repente Hanna recibe una llamada sorpresa: su papá, quien las abandonó a ella y a su mamá,y se fue a vivir la vida loca. El señor va a visitarla a ella, y la invitará a cenar. Hanna está muy emocionada, pero las demás sugieren que quizá sólo vino a regañarla por el asunto del coche. Hanna dice “al menos vino a verme”, y todas hacemos: “aaawwww”.

Spencer se encuentra con un gravísimo problema cuando su maestro de historia le dice que va a postular su ensayo para un premio súper importante. Sí, el ensayo que le robó a su hermana. Todas le dicen que no es noticia, porque ella siempre es así.

Cuando se separan, Emily va a su casillero, y un poco dudosa, decide quitarse la bufanda y dejarla en los confines de su locker. Se encamina a su siguiente clase: química. En el laboratorio, ve que apenas hay una persona, y no, no es quien todas esperamos que sea: es Toby. Él va estar en esa clase de ahí en adelante. A Em no la ilusiona mucho esto. El chico pasa junto a ella y dice (en su tono más stalker/creepy): “Traías una bufanda esta mañana. Se te veía bien”. Yo hubiera corrido AHÍ. Y más siendo Em… pero el punto es que no lo hace, y entonces nos transportamos a un universo parecido al de Crepúsculo, donde Toby-raro se tiene que sentar con Emily-linda, y los dos tienen cara de que algo huele feo. Resignada, Emily abre su libro y se encuentra con una sorpresa:

¡Las fotos de la fiesta! La chica se asusta y cierra automáticamente el libro, rezándole a todos los santos por que nadie lo haya visto.

En casa de Aria ella le avisa a su mamá que irá a casa de Spencer a cenar, o lo que es lo mismo, irá con su maestro a “hablar” de su muy ilegal relación. Cuando ve a su mamá, tiene flashbacks de la vez que ella y Allison vieron al papá con la otra señora. Nos enteramos que Alli le insistió a Aria que le dijera a su mamá, pero ésta última se negó a hacerlo.

Emily va a buscar a Maya a su trabajo y le pide que hablen. Le enseña las “fotos perdidas”, que de hecho ahora no están tan perdidas. Em le pregunta a Maya si ella las puso en su libro de química. Emily se empieza a frikear como siempre, y Maya insiste en que no tiene importancia. ¡Pero alguien las vio!, dice Em, y somos nosotras… besándonos (esta última palabra dicha en voz mucho más baja que las anteriores). Maya sólo le da por su lado, pero se molesta bastante.

Aria va con Fitz y le cuenta del asunto de sus papás. De repente Aria se enoja porque entiende que él la llamó “niña”. Teóricamente lo eres, querida. Y que quizá no deba meterse en los asuntos de su papás porque la superan. Fitz se trata de disculpar, pero Aria no lo acepta y se va.

Hanna les cuenta a todas que la “cita” con su papá estuvo genial. Lo que no saben es que en realidad sí fue a verla por el asunto del coche. Pero ella pretende que todo está excelente y les cuenta que van a ir a cenar en la noche.

En clase de literatura, el señor Fitz está discutiendo con los alumnos sobre el libro. Para no entrar en muchos detalles del contenido, Aria opina algo y el maestro no está de acuerdo. De repente la discusión es monopolizada y tomada demasiado en serio por los dos. Un chico que no se ve muy listo contradice a Aria, y el señor Fitz lo regaña y lo humilla. Casi no se vio que intentó defender a Aria.

Emily va a su casillero y ve con culpa la bufanda. Luego voltea y ve que unos imbéciles le jugaron una broma al pobre de Toby, pero no hace nada por ayudarlo.

La cena de Hanna se vuelve pesadilla. Resulta que en realidad era un pretexto para que su papá le presentara a su nueva prometida y a la próxima hijastra. Ya saben, esas personas “perfectas” a simple vista, pero más falsas que la negación de Emily. Como si no fuera suficiente, el papá le informa que va a tener que trabajar en el consultorio de la mamá de Sean (su ex-novio) Al final de la cena, Hanna se porta medio grosera con ellas, y huye gracias a una llamada de Spencer.

Spencer está en su casa, sola porque toda su familia se fue a no sé dónde. De repente, escucha sonidos abajo y corre a ver qué pasa. Resulta que el responsable es Wren… quien está muy ebrio y decidió a aclarar las cosas con la familia. Y también trae una maceta. WTF! Maceta que por cierto, tira y hace que todo sea un desastre. Pero en todo ese drama, Wren sigue coqueteando con Spencer y terminan besándose… otra vez.

Todo hubiera sido inofensivo si alguien no hubiera estado grabando desde afuera toda la escena. Spencer le pide ayuda a Hanna para llevar a Wren a un hotel. La rubia ve que Spencer y Wren se besan. Pero esto no le importa mucho a Hanna, porque justo antes de que Spencer se suba al coche, escucha algo en la radio que le pone los pelos de punta: “La siguiente canción va para Hanna de su mejor amiga “A”. Aquí va Hanna… ‘Ya no te necesito’”. Eso último es el título de la canción. Hanna sólo exclama: “Estamos muy fuera de nuestra liga”.

Mientras tanto, Aria va furiosa a reclamarle el numerito de la clase al señor Fitz. Y además él no sabe de sus padres. Así que no tiene derecho a nada. Pero pues para conocerse mejor, deciden quedarse a platicar… ahora sí. Ambos cenan algo que cocinó el señor Fitz, y él le confiesa que lo de la mañana fue porque estaba molesto porque Aria se había ido. Ella admite que él tenía razón, se carga la responsabilidad de lo que pasa en su familia. Ella admite que la única forma en la que se solucionará todo, será si ellos hablan. De la nada, Aria se para y se va, a pesar de la insistencia del señor Fitz. En su casa, justo cuando está decidida a decirle toda la verdad a su mamá, esta última le enseña una carta de “A” que le cuenta todo acerca del amorío de su papá. Se le adelantaron.

Emily por su parte, está en su casa, y decide salir a sacar la basura. En este caso, y quizá desafortunadamente, la “basura” son las fotos de ella y Maya. Mientras hace esa tarea, se encuentra a Toby (wow qué coincidencia), y él le hace un poco la plática. Sabe que no le gusta tenerlo de compañero, y Emily no niega esto. Toby dice que la comprende, y admite que él es un bicho raro, pero que no puede hacer nada al respecto, ni para cambiar ni para que no lo molesten. Em cambia el tema y le pregunta si ese día en el laboratorio él vio lo que había en su libro de química. “No creo que quisieras que nadie lo viera. A mí no me importa”, es lo que le responde el chico. Y luego… un momento WTF.

Toby: ¿Sigues nadando?
Emily:
Toby: ¿lo haces porque la gente te observa o porque te gusta nadar?
Emily: Lo hago porque me encanta cómo me hace sentir.
Toby: Entonces olvídate de los idiotas. Ellos van a ver lo que ellos quieran ver. Incluso si cambias todo, no serían felices. No quieren que cambies. Quieren que te vayas. Intenté eso y no me gustó.
Emily: Y ahora… has vuelto.
Toby: Sí, estoy de vuelta.

Más tarde, Emily decide ir a buscar otra vez a Maya, a… ¿disculparse? O algo así. Maya dice que quizá no sea tan buena idea que estén ahí, pues puede haber cámaras ocultas observándolas. Pero Emily entiende por qué dice esto, y admite que se equivocó.

Emily: Me equivoqué al atacarte sobre las fotos.
Maya: Esto es sobre las fotos, o… ¿sobre el beso?
Emily: Me gustó el beso. Pero no sé qué significa ese beso.
Maya: Pasas demasiado tiempo pensando en qué significan las cosas. El beso, la foto, la bufanda…
Emily: Hay demasiadas cosas en mi cabeza ahorita. Sólo trato de averiguar qué es lo correcto.
Maya: ¿Qué necesitas?
Emily: Un poco de tiempo, un poco de espacio… No sólo contigo, con mi mamá… con todo el mundo.
Maya: Podemos tener espacio. Está bien.

¡No! ¡Espacio no! Es lo peor que puede haber en las series… significa “no te vamos a ver en un montón de capítulos”. Bueno, pero volviendo a la escena. Maya se va hacia el otro lado, y Emily se queda ahí parada. Pero Maya se regresa un poco y dice: “Me importas. Así que esperaré. No necesitas decir nada. Sólo necesitas saber eso”. Awww.

En casa de Spencer y Hanna entran en una crisis-“A”. Su discusión es interrumpida cuando se dan cuenta de que alguien estuvo en la casa. Se dan cuenta de que seguramente fueron por el brazalete de Alli y cuando suben a buscarlo se encuentran una espeluznante sorpresa.

“No será tan fácil perras”, atentamente, “A”. El color con el que está escrito es “rojo selva”. En caso de que no lo sospechen aún… es el color de Allison.

Escrito por: Namezne Puedes seguirme leyendo en mi blog o saber lo que hago diariamente por mi twitter

Acerca de mí: Escribo directo desde México, la capital, para ser más exactos. Aún me faltan 2 años para votar y sigo viendo programas para niños de vez en cuando. Vivo en lo platónico e imposible, y a veces me cuesta aterrizar. Pero no engaño a nadie… así soy feliz.