En el episodio pasado de Carmilla todas nos morimos de emoción porque Laura y Carmilla estuvieron muy melosas y a nosotras todo ese derrame de miel aderezado con besos nos dejó más felices que lombrices. Eso sí, al final descubrimos a una Perry ensangrentada y eso ya no nos gustó tanto. Y es justamente ahí donde empezamos este nuevo episodio.

Carmilla-y-Laura-reciben-a-Perry

Tenemos buenas y malas noticias lesbicanarias, empezaré por las buenas por aquello de ser optimistas: la sangre no es de Perry. Ahora las malas son un poco nefastas y es que todo el equipo del periódico de Silas ha pasado a mejor vida. De ahí toda la sangre en la camiseta de la pobre de Perry.

Justo en ese momento entra LaFontaine porque escuchó gritos:

LaFontaine ¿Todo el mundo está bien? He escuchado gritos del tipo «posiblemente siendo asesinado» no de tipo divertido.

Permítanme que me tome un breve momento dentro de la seriedad de este asunto para reírme un rato de que LaFontaine tenga que hacer esta pequeña distinción. Porque en mi mente tengo claro que la hace porque últimamente ha escuchado muchos gritos del segundo tipo jeje.

Perry-le-explica-a-las-chicas-lo-que-vio

Pero volviendo al asesinato, Perry nos cuenta que fue al periódico porque eran los que estaban informando de todo lo que pasaba en Silas, así que pensaba que le podían poner al día, pero cuando llegó estaba todo apagado y en silencio excepto por un goteo extraño y misterioso. Y ya sabemos que a Perry eso de que haya algo fuera de lugar la descompone, así que entró a cerrar el posible grifo goteador, cuando se resbaló y cayo en un líquido viscoso que resultó ser sangre.

Todo el mundo estaba muerto, así que salió pitando por si acaso el asesino decidiera volver y se fue derecha a avisarles a los demás. Laura dice que deberían pedir ayuda, pero claro ¿a quién se la piden? Así que pide un «mo» osease momento corto, para pensarlo y avisar, pero claro, no hay nadie. ¡Desgracia total!

Laura-decide-salvar-Silas

En resumen, que sin la decana poniendo orden (y chamuscándose vírgenes de vez en cuando) Silas se ha convertido en una tierra salvaje donde todo puede suceder. Asesinatos por dodquier, viajes temporales, Zetas y la Summer Society luchando por ver quien cuida el campus (SS FTW). Por si eso fuera poco, los únicos intentando informar al alumnado han terminado muertos. ¿Y ahora quién podrá ayudar a Silas?

Pues no, el chapulín colorado no quiere viajar tan lejos, así que las únicas que pueden hacer algo son ellas. Laura de inmediato se apunta al carro para trauma existencial de Carmilla que vota por salir pitando. Pero Laura se siente responsable, porque si no fuera por su lucha con la decana todo esto no habría sucedido. Así que decide quedarse y luchar por Silas para solucionar los asesinatos y salvar Sila. ¡Que grande es Laura! Eso sí, pobre Carmilla. Y hasta aquí nos quedamos este episodio señoras.

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