Callie y Arizona: resumen de episodio 11×03 Anatomía de Grey

La semana pasada en Anatomía de Grey sufrimos todas, porque la pareja de Callie y Arizona parecía no estar en sincronía. Arizona quería tener un bebé y una beca de estudios, Callie estaba frikeada porque no creía que fueran compatibles, pero al final todo salió bien, así que respiramos profundo y seguimos con nuestra burbuja rosa de felicidad.

Nuestro episodio comienza con Callie diciéndole a Owen que no importa lo mucho que le diga, no podrá convencerla de que eche más horas de trabajo. Él insiste en que esa no es su misión, que solo quiere que se encuentre con unas personas y les escuche. La morena insiste, tiene una hija, una beca de investigación, otro hijo en camino y una esposa que también ha entrado a estudiar, tiene el plato lleno. Pero Owen le responde que no hay presión, que simplemente entre y después puede decir que no sin problemas.

Pero sí hay problemas, porque el plan macabro de Owen es presentarle un grupo de militares con amputaciones que pueden servirse de la investigación que está haciendo Callie con las protesis. Y claro, decirle que no a un héroe de guerra necesitado es un poco complicado, así que la morenaza se ve ahí hablando con un hombre a quien le han amputado la pierna prácticamente como a Arizona.

Owen le vende la moto en plan, te regalamos una pierna super chida que cuesta millones si entras en nuestra investigación. Callie por su parte es más cauta y le recuerda que aún tendrían que hacerle otras pruebas para ver si sería apto, pero al final acepta hacerle las pruebas de todos modos.

Mientras tanto, Arizona está feliz como lombriz platicando con la doctora Herman de la última operación que hizo. La mujer le explica a nuestra patinadora todo el procedimiento en detalle, hasta que hace una pausa porque se fija que la rubia no está apuntando. Arizona se queda de piedra y le dice que pensaba que estaban platicando solamente y Herman le recuerda que es su estudiante, con lo que ya nos son compañeras.

Arizona se trauma porque claro, ella pensaba que iba a tener tiempo para poner al día todas sus cosas y luego empezar la beca, pero resulta que según Herman sus estudios han empezado a la de ya. La patinadora le dice que si le da 3 o 4 semanitas estará al día lista para ser la mejor alumna del universo, pero Herman la ve con cara de «típica estudiante floja» y le dice la quiere al día y con libreta de apuntes a la de ya.

Callie y Arizona se encuentran en el pasillo y se empiezan contar sus desgracias. A mí esto me hace mucha gracia porque una explica su problema y la otra le responde con el suyo, osea no llevan una conversación, sino que cada una va contando lo suyo independientemente de lo que diga la otra. ¡La comunicación entre estas dos está de miedo y todavía no viene el segundo niño!

Arizona no entiende como la doctora Herman la trata como si fuera una estudiante cualquiera cuando lleva el departamento entero de pediatría y obviamente no tiene el mismo tiempo que un residente. Creo que nuestra amada patinadora aún no ha entrado en la dinámica de estudiante y le va a costar volver a entender que ahora es la alumna y no la profesora.

Mientras tanto, Callie está renegando porque Owen ha organizado que este nuevo hombre se haga las pruebas y por mucho que a la morena le de pena, también sabe que eso le deja aún menos tiempo del que ya tenía con lo que la cosa se complica.

En esas andan, cuando Callie hace una pausa porque se da cuenta que Arizona está super liada y piensa que el propósito de esta «conversación» puede ser cancelar sus planes de ir esa misma noche a empezar el trámite de lo del bebé.

La patinadora le asegura al momento que no, que se relaje, que lo único que necesita es apoyo moral y que le diga que ella es la más awesome de todas las novias. Así que Callie procede con su deber marital de asegurarle que no ha habido, ni habrá, una mejor doctora que ella, que salva pequeños humanos con sus sonrisas mágicas y con esta nueva especialidad salvará aún más así que todo saldrá bien.

Arizona entonces sonríe y le asegura a su mujer que estará en la cita presta y con una sonrisa del tamaño del universo. Las dos se van más felices que lombrices y parece que esto solo ha sido un pequeño bache existencial en el camino y seguimos avanzando a la meta del bebé.

Lo siguiente que vemos es al soldado más feliz que una lombriz por que ha conseguido esta especie de chollo en la que le regalaran una pierna super carísima. A él las prótesis le resultan muy dolorosas y no pudo volver al trabajo, así que ahora tiene toda la ilusión del mundo por conseguir regresar. Owen no hace más que animarlo más y más, y Callie está tremendamente preocupada porque en la prueba que está haciendo se que ve no están pasando los impulsos nerviosos.

Callie se lo notifica a Owen y está a punto de destrozarle los sueños al hombre, pero Owen la detiene y le dice que tiene que hablar con ella a solas un segundo. Ya afuera, Callie le dice a Owen que lo siente muchísimo, pero que no le puede poner la prótesis a ese soldado porque no le va a funcionar.

Owen no quiere oír razones, le dice que tiene que descubrir la manera de arreglarlo de algún modo, que le busque pero que más le vale no romper las ilusiones de este pobre hombre. Callie lo mira con cara de latina a punto de explotar y le responde que quien ilusionó al hombre fue él, que le dio unas esperanzas que no eran válidas y que ahora está a punto de romperle el corazón solo porque él se pasó de rosca.

Owen entonces le dice que le ordena investigar más y a Callie no le sienta nada bien.

Owen: ¡Solo arréglalo! ¡Es una orden!
Callie: ¿Una orden? ¿Quien eres? ¿El general Patton?
Owen: Soy el jefe de cirugía.
Callie: En el piso de cirugía tú eres mi jefe. ¡En mi laboratorio, fundado con el dinero que yo conseguí, yo soy la jefa!

¡Ais como me gusta Callie cuando está enfadada! Es muy sexy… nuestra morenaza se marcha caminando con toda la energía del mundo por el pasillo y Owen se queda de piedra. Encima los dos han peleado en público con lo que todo el hospital se ha enterado de la situación.

Avery se pasa a visitar a Callie en el laboratorio con la misión de regañarla pero sin ganas de hacerlo. Le dice que entiende que tiene la razón en el sentido de que es ella quien tiene que tomar las decisiones en su laboratorio, pero que si pudiera darlas sin gritarle al jefe de cirugía en medio del pasillo sería más sano para todos, porque él no puede operar si tiene que andar regañando gente.

Parece que a Avery esto de estar de jefe le está arruinando su carrera como médico, en el sentido de que ahora tiene tantas cosas que hacer que jamás puede andar en lo que más le gusta, que es operar. Callie se compadece de sus traumas, así que le promete no discutir más en los pasillos. Eso sí, aquí hay algo importante que Avery dijo y que hay que guardar en nuestras mentes por si acaso sea una pista relevante. En un momento de la conversación Avery dice: «tu esposa queriendo dejar cirugías pediátricas», y Callie se queda con cara de «¿ein? Esto es información nueva para mí». Pero la conversación sigue, así que no podemos profundizar en esto.

El caso es que Callie le cuenta a Avery el problema que tienen con el soldado y a él se le ocurre que puede hacer un arreglo para desconectar los nervios de donde están actualmente y llevarlos hasta donde Callie los necesita. ¡Yeiiiiiiii!

Más adelante vemos a Arizona junto a Jo saliendo de quirófano y encontrándose con la doctora Herman. La patinadora se disculpa porque aún no tiene el reporte que le pidió. Al parecer la mamá de uno de sus pequeños humanos se estresó mucho y ella tuvo que tranquilizarla explicándole todo de tal manera que se relajara.

La doctora Herman la mira con cara de: «excusas del tipo mi perro me comió la tarea» y le dice que en la cirugía neonatal se va a encontrar con que todas las madres son así y que si no sabe lidiar con ellas va por muy mal camino. Arizona de inmediato le dice que ella es una estrella del rock lidiando con las madres, es awesome como todas nosotras sabemos y de hecho le enseña a otros a ser igual de geniales. La doctora Herman no se siente en lo más mínimo impresionada y le dice que quiere su trabajo en su escritorio a la de ya.

Callie se está preparando para entrar a operar cuando Owen se acerca a ella y le dice que le debe una disculpa. Luego se la queda mirando hasta que Callie dice:

¿Me la vas a dar o solo me estabas avisando para un futuro?

LOL amo a Callie XD. No me malentiendan, tiene que ser horrible que esté enojada contigo, pero igual es un amor. Yo sospecho que nunca podríamos ser pareja porque es tan linda cuando se enoja que yo querría hacerla enojar continuamente y terminaría dejándome XD.

En fin volvamos a lo nuestro. Owen le dice: «lo siento ¿vale? ¿ya estamos bien?» y Callie obviamente le responde que no, porque ella no es un hombre hetero de Faking It, sino una lesbicanaria que necesita procesar qué demonios ha pasado. Owen entonces le explica que está mal porque Cristina que fue. Él sabe que es lo mejor porque así es Cristina feliz y en el fondo se siente contento de que ella haya conseguido su sueño, pero él se ha quedado vació y forever alone porque mientras ella está sonriente salvando la vida de miles de personas con sus increíbles descubrimientos más feliz que una lombriz, él está con un vacío existencial que no es normal.

Por eso quería que le funcionara lo del soldado, para que por lo menos algo fuera bien en su vida y tuviera una razón para sonreír. Owen tiene miedo de que la oscuridad en la que se vio envuelto cuando volvió de la guerra vuelva a atraparlo ahora que no tiene a Cristina para iluminarle la vida. Callie, que es la persona más empática de este mundo, lo entiende al instante, lo perdona y le da una razón para volver a sonreír porque lo invita a entrar a la cirugía que Avery va a hacer para que el soldado consiga su pierna.

Mientras operan, Callie le dice a Avery que ella y Owen van a comenzar un programa para ayudar a veteranos con su investigación. Owen se sorprende porque sabe que Callie lo está haciendo por lo que le dijo, pero se lo agradece con la mirada y al final quedan en que los tres intentaran ayudar a veteranos con la investigación de Callie. Lo cual es absolutamente genial porque ayudarán a más personas pero terrible si lo apilamos al montón de cosas que Callie ya estaba haciendo y el futuro bebé. Vamos que ella y Arizona no se van a ver en los próximos dos años.

Mientras esperan en la agencia, ya por la noche, Callie le cuenta a Arizona sobre el nuevo proyecto. Le dice que está muy contenta, que con el añadido de Avery pueden cambiar la manera en la que el mundo maneja las amputaciones, vamos, que está encantada. Eso sí, la morenaza también tiene claro que esto le quitará mucho tiempo, y que la cosa se les va a complicar a tope.

Arizona, que durante todo el día se ha dado cuenta que igual subestimó el tiempo que le podía tocar la beca, le pregunta si está pensando en que lo mejor sería esperar un poco antes de tener el bebé (algo que para ser sinceras, yo también había pensado). Callie se pone a la defensiva y le dice que ni al caso y le pregunta que a qué viene la pregunta.

Arizona le dice que había entendido que Callie sentía que iba a ser mucho como para poder manejarlo, pero la morena le responde que no, que ella esperaba que Arizona le respondiera en plan: «no te preocupes ¡podemos con todo en la vida!»

Callie: Se supone que tendrías que apoyarme como yo te he apoyado desde que decidiste optar por la beca.
Arizona: ¿Qué pasa si no podemos? ¿Qué pasa si no podemos tenerlo todo y hacerlo todo?

Callie: ¿Estás diciendo que no quieres un bebé? Porque si es así, ¿qué estamos haciendo aquí esperando a esta señora que nos va a ayudar a encontrar a una persona que nos ayude a tener un bebé si no quieres tener un bebé?
Arizona: No pongas palabras en mi mente, esta fue mi idea. Yo…
Callie: Lo sé, pero no quieres tenerlo tú, y luego yo no pude tenerlo y aún así tú no quieres tenerlo, y luego encontramos esto y tú encuentras otra cosa que hacer. Por Dios es tan obvio, no lo puedo creer. Dilo. Solo dí las palabras: No quiero un bebé.

Su conversación queda interrumpida porque en ese justo momento entra la señora con la que le iban a hablar. ¡Malditas sean las interrupciones! Así que ya no nos enteramos de qué pasó porque cambiamos de escena, pero yo tengo claro algo señoras, no fue nada bueno.

Callie está atendiendo al soldado y llorando cuando Avery y Owen llegan para avisarle que la junta está a punto de empezar. Avery no se da cuenta, pero Owen de inmediato nota que hay algo mal, así que se queda y le pregunta qué le pasa. Callie no le cuenta nada de lo que pasó con Arizona, solo le dice que ella también necesita que alguien le salga bien en la vida y comienza a llorar. Él la consuela un poco y luego se van juntos a la junta.

Por si eso fuera poca confirmación, en la junta Callie y Arizona se sientan separadas y nuestra patinadora tiene su cara de «no pasa nada» que nos dice que todo ha salido totalmente mal. Así que señoras, vivimos tres episodios de altas y ahora hemos caído casi que en picada.

Yo creo que esta vez, Callie se ha precipitado totalmente, no creo que Arizona estuviera descartando la idea del bebé sin más, sino que la patinadora en serio se estaba planteando con responsabilidad cómo pueden hacer para equilibrar todas las cosas que quieren. Porque déjenme que les diga un secreto lesbicanaras, la vida es dura y cruel y es mentira que podemos tener todo lo que queremos, es algo que con el tiempo aprendes a aceptar y te toca decidir qué es lo realmente importante y que tienes que priorizar.

Pienso que en el fondo Callie también sabe eso, por eso al principio temía tanto que Arizona se metiera en la beca, pero yo siento que su enfado y su manera de reaccionar vienen de un miedo muy honesto. Callie ya no confía en Arizona. Sí, la ha perdonado, no le tiene rencor, pero por lo que he visto la cicatriz sigue ahí. Creo que Callie aún no se siente segura de Arizona, no es tanto la idea del bebé en sí como la de un futuro juntas. Siento que para la morena, el hecho de tener otro hijo juntas simboliza su idea de futuro, de comprometerse las dos en un proyecto estable de familia. Pero lo más importante para mí en esta discusión es que Callie no confía en que Arizona diga lo que realmente piensa y en cierto sentido tiene razón en su desconfianza. No porque ahora Arizona realmente no quiera un bebé ahora, sino porque la patinadora tiene un historial de decir una cosa y hacer otra que perturban a cualquiera.

Ahora, para mí, el que el miedo de Callie sea lógico no lo valida. Osea sí, tiene razones para sentir miedo, lo que no tiene son razones para no escuchar lo que Arizona tiene que decir y no es por nada pero se cerró en banda a lo que pudiera decir la patinadora porque apenas abría la boca cuando Callie ya tenía otra respuesta.

En fin chicas, que los problemas de comunicación empiezan otra vez y ¡ya me cansan! Estoy por meterlas en un cuarto y no dejarlas salir hasta que resuelvan absolutamente todos los problemas que han tenido y que tendrán XD. Igual yo no estoy 100 por ciento segura de que Arizona quiera un bebé ahora mismo tampoco. Por mucho que lo haya dicho y haya sido su idea, pienso que se está dando cuenta de que no puede conseguir todo lo que quiere al mismo tiempo (y tiene razón) y no estoy segura de que el bebé sea su prioridad. Igual sea como sea tienen que hablar más y gritar menos porque si no vamos servidas. ¿No creen?